Con los juegos eróticos Schnipps

Tengo 19 años. Mi seudónimo para este relato es Oscar y ya os contaré más adelante el porque de este nombre. Hace cosa de 4 meses estaba en mi casa con Christian y Mikel conectados a internet mirando página de sexo y encontramos la web de la comunidad de los juegos eróticos Schnipps por casualidad. Miramos las fotos y luego empezamos a leer los relatos.

Estábamos en esto cuando llegó mi hermana Susan con su amiga Sheila que querían conectarse a internet para mirar no se que, y nos preguntaron que estábamos haciendo. Les mostramos alguna de las fotos de la web que habíamos mirado antes y toda la comunidad en general. Sheila dijo que estos juegos parecían divertidos. Mi amigo Mikel les dijo si se atreverían a jugar con nosotros. Sheila miró a mi hermana y dijeron que porque no. Mikel dijo que los compraría y los traería para jugar en las vacaciones de Navidad, cuando volviera de nuevo a España ya que estudiaba en los Estados Unidos.

Mi hermana y yo nacimos el día. No significa que seamos iguales como se piensa mucha gente, sino que simplemente nacimos juntos el mismo día. Siempre nos hemos llevado muy bien y hemos compartido todas nuestras experiencias infantiles. Nos lo hemos contado todo con absoluta sinceridad. Habeis de saber que nos bañaban juntos y dormimos también juntos en la misma cama hasta los 6 años y en la misma habitación hasta los 11. Desde pequeños habíamos oído que éramos muy atractivos. Hicimos incluso de pequeños algunos anuncios para la televisión. Mi hermana ahora sigue haciendo algunas cosas de publicidad y a participado en alguna película.

Poco antes de Navidad recibí un e.mail de Mikel diciendoque llegaba de USA el día 24 y que tendría los juegos Schnipps. Se lo dije a mi hermana y ella habló con Sheila y quedamos para jugar el sábado 29 aprovechando que nuestros padres, después de Navidad, se iban a esquiar a los Alpes y pasaban el fin de año allí. Vendría también Laura otra amiga de mi hermana.

Aquel día por la mañana, mi hermana Susan quedó con las 2 amigas que vendrían a jugar para ir al gimnasio y me dijo que comería fuera. Quedamos que vendrían a casa a las 4 y media. Christian vino a comer a mi casa. A las cuatro y media llegaron las chicas. Las 3 estaban muy guapas y venían de un humor excelente. Nos dijeron que se habían tomado una botella de Rioja. Mientras esperábamos a Mikel, mi hermana Susan pidió a Christian que la ayudara a abrir una botella de vino, ya que decían seguirían con el vino, que dijeron entre risas, les había sentado muy bien. Cuando estaban sirviendo las copas llegó Mikel con la caja de los juegos. Las chicas muy curiosas enseguida los abrieron y miraron los distintos tableros. Mikel dijo que se había leído todas las instrucciones de los distintos juegos, que había juegos de todo tipo y puntualizó que algunos de ellos muy picantes. Todos estábamos un poco nerviosos y afortunadamente Mikel que es un líder nato, llevaba la voz cantante y animaba muy bien el grupo. Propuso que pondríamos el relato de lo que sucediera con el juego en la comunidad de los Schnipps y que yo sería el encargado de redactar el texto. Entonces Sheila dijo que cada uno eligiera un nombre como pseudónimo para el juego y así fue como cada uno eligió los nombres que veis ahora escritos. Christian además propuso que podríamos hacer cada uno de nosotros un papel distinto en el juego y que sería como hacer un juego de rol dentro del mismo juego.

Así fue como sin haber empezado el juego ya estábamos jugando en cierta manera. Christian propuso unos papeles que fueron aprobados en parte, pero entre todos se aportaron distintas ideas y finalmente la cosa quedó de la siguiente manera. Representaría que nos habíamos conocido a través de mensajes dejados en la comunidad de Schnipps. Mikel representaba el promotor y era el que tenía los juegos y supuestamente había recibido distintas ofertas de gente para jugar. Había seleccionado a 2 chicas (Sheila y mi hermana Susan), a una pareja que eran novios (Laura y Christian) y yo (Oscar) que era amigo de Mikel y también jugaría.

A todos nos hizo gracia el juego dentro del juego e incluso escenificamos la entrada en la casa, los saludos y presentaciones, etc.. Nos reímos muchísimo con ello. Quedamos en que nadie podía romper la representación del juego de rol que haríamos, salvo que alguien quisiese dejar el juego definitivamente, para lo cual diría la frase: «Es muy tarde y me tengo que ir a casa ahora mismo». También quedamos que deberíamos nombrarnos todo el rato con los nombres ficticios elegidos y que si alguien se equivocaba cumpliría una prueba elegida entre todos los otros jugadores. Laura nos avisó de antemano que quizás, si la cosa subía mucho de tono, ella iba a decir la frase planeada.

Finalmente empezamos con el juego en sí. Habíamos tirado la ruleta para elegir un juego de los 36 que había. Salió el juego de «Rey, esclavo y verdugo». Se tiraba una pieza encima la mesa y según la posición de la pieza, alguien hacia de Rey (o reina) y elegía aquello que tendría que hacer «el verdugo/a» a un supuesto «esclavo o esclava». En la primera jugada Sheila fue reina, yo verdugo y Laura esclava. Sheila me pidió que quitara 2 prendas a Laura.. Le quité los zapatos y calcetines.

Luego yo fui rey, mi hermana verdugo y Christian esclavo. Le dije que debía quitarle 3 prendas de ropa. Mi hermana le quitó a Christian los zapatos, los calcetines y el pantalón provocativamente, poniéndole sus pechos descaradamente cerca de su rostro y todos reímos la gracia con que lo hacía.

La siguiente jugada Sheila fue reina, Mikel verdugo y Laura esclava. Sheila puso la primera nota atrevida al juego, pidió que Mikel le sacase las braguitas a Laura. Laura dijo sino iba muy rápido y Sheila le dijo que las ordenes de la reina eran inapelables y obligaba a su «verdugo» a cumplir sus ordenes, o en caso contrario sino, sería degollada en la guillotine. Mikel dijo a la supuesta novia de Christian que se pusiera en pie y le deslizó sus braguitas entre sus piernas, sujetándole la falda, «para que no se viera nada» y las puso delicadamente sobre el respaldo del sillón con un ademán que hizo mucha gracia a todos.

Seguidamente yo fui rey, mi hermana verdugo y Mikel esclavo. Le mandé a mi hermana Susan que quitara 3 prendas a Mikel: los zapatos, los calcetines y el pantalón.

Luego fue Christian quien hizo de rey, mi hermana repitió el papel de verdugo y a Sheila le tocó ser esclava. Dijo que para igualar el hecho de que su supuesta novia (Laura) estuviese sin braguitas, mandaba a Susan quitar zapatos, calcetines, el pantalón y la braguita a Sheila. Mi hermana le quitó las prendas con mucha gracia, sobretodo las braguitas, haciendo mucha comedia y todos reímos mucho. Sheila al igual que las otras chicas es rubia y tenía su sexo muy bien recortado en un minúsculo triángulo, siguiendo la moda actual entre las chicas «pijas».

Las siguientes jugadas fueron parecidas, en el hecho de quitarnos prendas unos a otros y la clasificación final era en aquellos momentos era la siguiente: Laura y Christian sin nada, Mikel solo con su jersey, Sheila y mi hermana Susan con jersey y sujetador, sin nada debajo y yo todavía con pantalones, slip y jersey.

Cuando Laura tuvo que dejarse quitar sus 2 últimas prendas dijo que le daba vergüenza que la viésemos completamente desnuda. Aquí lo digo, y Laura lo leerá, de que no tiene nada que esconder, tiene un cuerpo precioso y es un 10 en todos los sentidos. Yo dije que iba a bajar la luz de la habitación. Dejé solo una lámpara de mesa encendida y puse el jersey de Christian encima de la mampara para dejar escapar menos luz.

Luego fue Sheila reina, mi hermana verdugo y Christian esclavo. Pidió que Susan acariciara el pene de Christian durante la vuelta del reloj de arena (1 minuto). Susan dijo a Sheila a si no iba muy rápido eligiendo esta prueba. Sheila respondió que por esto habían «pedido» (haciendo alusión al papel que representaban), en la comunidad de los juegos Schnipps, «la inscripción en una partida de los juegos con unos desconocidos», y que estaban aquí para jugar a algo un poco picante.

Realmente nos estábamos poniendo en nuestros papeles y parecía más, las escenas de una obra que estuviésemos representando, que la realidad que estábamos viviendo. Y los papeles y sensaciones que se vivían a veces se confundían. Yo me creía por momentos estar realmente con 2 chicas que no conocía de nada y con una pareja que tampoco anteriormente hubiese visto. El hecho de llamarnos por estos extraños nombres lo hacía más verosímil.

Mi hermana se puso de rodillas frente a Christian y con un ademán de comedia acercó su mano hasta tocar el miembro de Christian que pese a estar en reposo aparentaba bastante. Luego lo movió de lado con un golpe de su mano. Lo levantó cogiéndolo con los dedos y lo dejó de nuevo sobre su vientre. Y todos nos reímos. El pene de Christian con estos movimientos creció un poco más. Las chicas le dijeron a Susan que pusiera más gracia y entonces ella lo agarró con su mano derecha y empezó a moverlo arriba y abajo y en poco rato creció mucho más. Susan se giró hacia las chicas con cara de sorpresa, como diciendo que era realmente enorme, y verdaderamente era grueso y tenía un buen tamaño. El tiempo se acabó y Susan regresó a su asiento. La cosa nos calentó a todos mucho.

Seguidamente quedé yo esclavo, Sheila ganó el papel de reina y Laura fue la verdugo. Sheila ordenó que Laura me dejase sin ninguna prenda de ropa. Laura me quitó la prendas y en la última dijo: «¡tarara…tarara!» Y dejó mi miembro a la vista de todo el grupo y no pude reprimir que estuviese ya bien tieso.

En la siguiente Mikel fue esclavo, yo verdugo y Sheila hizo el papel de reina. Obligó a que yo colocara a Mikel sobre las rodillas, primero de mi hermana y luego de Laura y ellas le tuvieron que pegar 10 azotainas con la mano, cada una, en su culo desnudo. Sheila decía mas fuerte cada vez que le pegaban y las últimas veces fueron realmente muy sonoras y todos se partían de risa.

Luego Mikel que era rey, obligó a Christian acariciar con la lengua el cuerpo de Sheila por donde quisiese. Noté que Sheila se puso un poco roja de vergüenza y la notaba nerviosa. Christian debía hacerlo durante un minuto de tiempo. Se acercó a ella por detrás y empezó acariciando con su lengua el cuello y un poco en sus orejas. Sheila rió con esta caricia. Como llevaba jersey,.Christian se lo levantó y le paso la lengua por las partes descubiertas de sus pechos bordeando la tela del sujetador. Luego pasó al otro lado del sofá, se puso de rodillas sobre la alfombra, le puso una mano en cada muslo y la tiró un poco hacia delante. Luego pasó su lengua por encima de sus carnosos labios vaginales que le sobresalían, rosados y muy hermosos (es verdad Sheila cuando lo leas) y finalmente antes de acabara el tiempo le introdujo un poco la lengua dentro del sexo. Laura que estaba al tanto del reloj de arena, gritó: «tiempoooo» y la cosa quedó así.

Seguidamente yo en el pepel de rey pedí a Susan, que era verdugo, que cogiera el miembro de Christian y con él en la mano pegara golpes a la cara de Sheila, de Laura y de Mikel. Susan arrastró a Christian hacia Sheila con la mano sujeta en su pene, tirando de él. Resultaba muy cómico y todos reíamos la gracia que nos hacía. Cuando el miembro estuvo cerca del rostro de Sheila, Susan lo cogió por su base y empezó a azotarla en la cara. Luego arrastró de igual forma a Christian cerca de Laura (con la mano tirando de su pene) y también le dio varios golpes en la cara con el gran pene de Christian. Y finalmente hizo lo mismo con el rostro de Mikel, que se quejó de que hacia daño y todos reímos.

En la siguiente jugada Mikel fue rey (parecía que había alcanzado cierta habilidad en el tiro de la pieza), Christian hizo el papel de verdugo y a mi hermana le tocó el de esclava. Mikel dijo que quería ver que Christian metiera su pene durante 2 minutos (2 vueltas del reloj de arena) a su Susan» delante de todo el grupo. Yo intervine y le pregunte a mi hermana: «¿Te tienes que ir a casa ahora mismo, Susan?» para recordarle que diciendo: «Me tengo que ir a casa ahora mismo» podía dejar el juego allí si quisiera. Mi hermana dijo: «No, todavía es temprano». Christian tenía su pene flácido y empezó a movérselo con la mano con la intención de ponerlo duro. Todos estábamos muy atentos viendo los movimientos que hacía con su mano derecha en su miembro y el pene de Christian alcanzó un tamaño considerable. Susan dijo que tendría que ponerse un preservativo. Mikel se levantó, fue a donde tenía una chaqueta y le dio un preservativo a Christian, que lo abrió con los dientes y se lo puse ante la atenta mirada de todos.

Christian se puso de rodillas frente al sofá largo en que estaba Susan, la cogió con ambas manos por la cintura y la hizo acercarse a la punta del sofá. Entonces con su mano derecha apuntó su pene a la raja de mi hermana y la penetró lentamente. Susan se movió en el sofá y emitió un gemido, algo como: «¡Ufff!». Sheila y yo estábamos sentados a su lado y veíamos la escena perfectamente. Sheila había puesto el reloj de arena sobre la mesa y este se deslizaba poquito a poco cayendo los casi invisibles granos de arena de arriba abajo. Christian metía su pene con mucha gentileza hasta el fondo y luego lo sacaba hasta que sobresalía la punta hinchada de aire del preservativo y volvía a introducirlo hasta que desaparecía de nuevo dentro del sexo de Susan. Se repitió este movimiento unas 10 o 12 veces y Susan mantenía sus ojos semicerrados y los abría de vez en cuando. Miraba la cara de Christian y miraba también hacia abajo como era penetrada por el gran pene de Christian y nos miraba a nosotros mientras era penetrada por Christian. La arena se terminó y Sheila dijo: «1 minuto» y dio la vuelta al reloj. Mikel dijo: «¡Uauuuhhhhh!» en voz alta, queriendo decir que aquello había hecho superar mucho su calentamiento. Christian y mi hermana sonrieron mirándose uno al otro. Christian mantuvo el mismo ritmo pero ahora sacaba completamente el pene fuera y luego lo empujaba ayudado con su mano otra vez, abriéndose paso de nuevo dentro del sexo de Susan. Ella apretaba sus labios cada vez que esto sucedía. Finalmente el tiempo se terminó y Christian sacó su pene por última vez, besó la frente de Susan y se puso en pie. Susan se colocó bien en su asiento y dijo sonriendo: «Que, ¿os ha gustado verme follada?»

Luego le tocó a mi hermana Susan ser reina, Mikel verdugo y Laura esclava. Mi hermana preguntó a Laura en plan de guasa: «Laura, ¿se ha hecho tarde para ti?». Laura afrontando el reto dijo: «Un poco, pero todavía tengo tiempo» y todos nos reímos mucho. Todos estábamos pendiente de lo que Susan iba a pedir que hiciera Laura. Finalmente pensando un poco dijo: «Quiero que Mike coja en brazos a Laura, la mantenga sujeta en brazos encima del pene de Christian y la baje y suba durante 2 minutos, ensartándola dentro». La prueba mantuvo en vilo a todos y el nivel de calentamiento nuestro (de los chicos), era evidente pues todos estábamos con el pene completamente duro y tieso..

Mike estaba fuerte, jugaba al waterpolo en el equipo de su universidad y parecía no representarle esfuerzo mantener a Laura entre sus brazos. Así se acercó con ella a un lado del sofá donde estaba Christian, y manteniendo a Laura con las piernas ligeramente abiertas, la bajó en dirección al erecto pene de Christian. No entró. Christian con sus manos movió su miembro en la dirección correcta en que descendía el cuerpo de Laura. y Mike hizo descender a Laura hasta que la piel de su culo tocó sus muslos, evidentemente por la cara que puso Laura el pene de Christian se encontraba dentro de ella. Luego la levantó un poco y volvió a descender a Laura de nuevo procurando que le pene de Christian no se saliera. El movimiento se repitía constantemente a intervalos regulares y todos mirábamos la escena con unos enormes ojos. El primer minuto pasó y a Mike ya se le notaban algunas gotas de sudor en su rostro por el esfuerzo que estaba haciendo. Tanto Mike al que le sobresalía su pene erecto a la vista de todos mientras sujetaba a Laura, como yo, estábamos completamente empalmados. Sheila dijo señalándonos: «Parece que os pone cachondos la escenita, no?» Yo le respondí: «¿…y a ti?» Luego preguntó a Laura que se encontraba ensartada en el pene de Christian: «¿Qué tal Laura?» «Ummm…! Muy bien», respondió con una sonrisa de placer en su boca y los ojos semicerrados: «Parece que esté flotando» y todos nos reímos en una fuerte carcajada.

Al llegar cerca de los 2 minutos, Mikel se encontraba empapado de sudor, casi no podía con el cuerpo de Laura y la dejaba más tiempo introducida en el pene de Christian, levantándola ligeramente, con movimientos más cortos. Sheila dijo: «Tiempooooo» y Mikel dejó a Laura recostada encima de Christian todavía con su pene dentro. «!Uahhhh¡», dijo Laura levantando su cuerpo con las dos manos encima del sofá y dejando el pene de Christian un poco más flácido, cubierto con el preservativo. Christian dijo «Me he corrido». «No me he podido aguantar más.» Las miradas de todos se dirigieron a su pene del cual era evidente que algo blanco había salido y estaba sujeto en la punta del preservativo. «Ha sido demasiado para mí», añadió.

Christian se levantó y marchó hacia el servicio a lavarse. Mientras estabamos esperando su regreso Laura dijo » Esto ha sido realmente fuerte, XXXX» y sin querer pronunció el verdadero nombre de Susan. Todos nos dimos cuenta de su fallo y Laura se quedó con la mano sobre su boca y la sorpresa del fallo cometido se notaba en su expresión. Sheila dijo. : «Deberás cumplir un mandato elegido por todos, tal como quedamos»

Vas a preparar bebidas para todos los que quieran, dije yo. Y la propuesta fue aceptada. Laura parecía haber perdido la vergüenza en mostrar su cuerpo desnudo, pues sin taparse fue a la cocina y regresó junto a Susan, con una botella grande de coca-cola, otra de fanta, cubitos y una botella de vino. Y luego preparó varias bebidas que bebimos con deleite pues parecía que todos estábamos muy secos.

Cuando volvimos al juego yo fui rey, mi hermana verdugo y Sheila esclava. «Uyyy, uyyy, uyyy» parece que tenemos una nueva víctima dijeron Laura y mi hermana a la vez en plan de coña. Y añadieron: «¿Te tienes que ir, Sheila?». Ella dijo que se quedaba, captando la insinuación y aceptando la prueba que todos preveían iba también a ser fuerte. No sabía que pedir y estuve pensándolo un rato. Finalmente se me ocurrió lo siguiente y dije a mi hermana: «Haz que Sheila se ponga en la punta del sofá con las piernas un poco abiertas y que Mikel se ponga de rodillas frente a ella, y tu desde detrás deberás ir guiando y moviendo a Mikel haciendo que la folle durante 2 vueltas de reloj de arena (2 minutos).»

Susan se puso detrás de Mikel que estaba de rodillas y se estaba colocando un preservativo y le cogió su miembro completamente duro y lo apuntó hacia el chochito de Sheila que notó su contacto. Luego empujo a Mikel por detrás hasta que el pene de Mikel entró completamente dentro del sexo de Sheila. Luego Susan siguió dirigiendo la penetración de Sheila, apartaba el cuerpo de Mikel un poco y volvía a empujarlo hacia Sheila. Lo hacia pausadamente y dejaba que saliese un poco la punta del pene. En 2 ocasiones salió demasiado y Susan tuvo que coger el miembro de nuevo con su mano, y volverlo a apuntar dentro del chochito de su amiga. Laura dijo: «un minuto» cuando el reloj de arena se terminó por primera vez y le dio la vuelta de nuevo.

Entonces mi hermana empezó a mover a Mikel más rápido hacia delante y hacia atrás. Sheila notó el cambio de ritmo y miro hacia ellos. Susan empujaba el cuerpo de Mikel contra Sheila con más ímpetu. Sheila dijo «Ah, bandida, eres una guarra… una gradisima guarra…» notando todos el placer que estaba teniendo. Susan siguió empujando adelante y atrás el cuerpo de Mikel en breves y rápidos movimientos. Estaba disfrutando con su papel de verdugo. Parecía que era ella quien la penetraba. A todos nos subió mucho la temperatura si es que podía subir más. Yo vi que el reloj de arena se había terminado y no dije nada. Y Susan seguía «follando» con el cuerpo de Maikel y su miembro como utensilio a Sheila. Ella gemía de gusto y tenía los ojos completamente abiertos mirando a Susan como movía el cuerpo de Mikel. Y miraba la cara de Mikel y hacia su pene, como se introducia en ella. Mikel miraba a Sheila con una sonrisa en su boca, mientras su pene bien duro y largo entraba dentro de su sexo. Laura, finalmente al cabo de un rato, se percató del reloj de arena y gritó: «Tiempooooo». Sheila se quedó un rato recostada con las piernas abiertas y dijo a Susan: «Ostras, guarra, más que guarra….espera que yo sea reina y tu esclava y verás». Christian le preguntó si se había corrido y Sheila dijo «¿tu que crees?. Christian dijo que si, y ella no dijo nada.

En la siguiente jugada Mikel fue rey, yo verdugo y Laura esclava. Ordenó directamente que yo follara durante 3 minutos a Laura en la posición de perro, mientras ella al mismo tiempo debía de chupar el pene de Christian que se sentaría en una punta del sofá largo. Laura dijo que Mikel se pasaba con el mandato, a lo que éste le preguntó «si se le hacia tarde», en alusión a la frase planeada para dejar el juego. Laura le contestó que «no se me hace tarde si entretanto, Sheila y Susan también entretienen su tiempo contigo» . Mi hermana y Sheila le dijeron a Laura que se sentarían una a cada lado de Mikel en su sofá y le harían una paja mientras la miraban.

Los 3 chicos desde hacia rato que estábamos completamente empinados, a mí incluso me hacia un poco de daño el pene de tenerlo tanto rato duro. Me puse uno de los preservativos de la caja de Mikel y le dije a Laura que se pusiera sobre el sofá. Laura tenía un poco de vergüenza y pidió a Sheila y a mi hermana que empezaran ya a tocar el pene de Mikel antes de yo la penetrara . Mi hermana empezó a acariciar el miembro de Mikel y Sheila también se unió. Entonces Laura se puso de rodillas en el sofá y preguntó quien controlaba el tiempo. Sheila le dijo que lo haría ella y puso el reloj de arena boca a bajo. Yo le dije a Laura que empezara a chupar el pene de Christian y ella se lo puso en su boca y empezó a lamerlo. Me coloque detrás de ella de pie, fuera en el sofá. Le puse mi mano derecha en su cintura y con la izquierda cogí mi pene y se lo introduje dentro suavemente, poco a poco. Entró con mucha facilidad y lo mantuve un rato en el fondo sin hacer nada. Ella arqueó un poco su cuerpo. Tenía el grueso miembro de Christian en su boca y lo sorbía con gusto. Luego puse la mano derecha al otro lado de su cintura y empecé a moverme hacia fuera y hacia dentro de ella. Sheila dijo: «un minuto», la miré y vi que daba la vuelta al reloj de arena. Mi hermana estaba de cuclillas de espaldas a mí y tenía el pene de Mikel en su boca. Sheila también entonces se puso de rodillas sobre la alfombra y sacó el pene de Mikel de la boca de Susan y se lo puso en la suya. Mikel acariciaba con una mano las tetas de Susan. Yo estaba muy caliente, lo que veía me ponía más caliente y follaba a Laura con muchas ganas. Realmente me gustaba mucho Laura, era más bajita que Sheila y que mi hermana y tenía al igual que ellas un cuerpo muy bien proporcionado. Sus tetas se movían al ritmo en que yo la penetraba. Ella gemía de gusto. «Ah, ah, ah…, ah, ah, ah» y sus grititos nos ponían más calientes a todos. Yo me puse un poco inclinado sobre ella y con mi mano derecha le acaricié su clítoris y esto todavía la hacia gemir más. Notaba su chochito completamente mojado lo cual me ponía mas caliente y ella seguía gritando: «Ahhh, ahhh, ahhh».

Miré hacia el sofá en el que estaba Mikel y vi como Mikel sacaba el jersey que todavía llevaba Sheila, luego le desabrochaba el sujetador y le acariciaba sus tetas. Luego vi que mi hermana se levantaba y se ponía encima de Mikel y empezaba a follarlo. Aquello me puso más caliente todavía, y follé a Laura con más nervio, mientras ella seguía gritando cada vez más fuerte: «Ahhh, ahhh, ahhh», manteniendo su boca llena con el pene de Christian.

Sheila se puso de pie sobre el sofa y puso su chochito al alcance de la boca de Mikel. Susan seguía follándo encima de Mikel levantado su cuerpo arriba y abajo con mucho nervio. Mi hermana tenia puestas sus manos sobre el culo de Sheila y la apretaba contra el rostro de Mikel que quedaba oculto. Entonces no pude aguantar más mi placer y me corrí. Me dejé ir completamente y me quedé por unos momentos tumbado encima de la espalda de Laura todavía con mi pene dentro de ella. Luego lo saqué y Laura se giró y me miró. Le di un beso en el cuello y ella y vio que me había corrido. Christian también lo vio, entonces agarró a Laura por encima de sus brazos y se la atrajo hacia él. Y luego la hizo montar encima de su pene de caras a él. Yo me quedé un momento sentado en el sofá mirándolos y mirando a mi hermana Susan como seguía follando encima de Mikel. Entonces me levanté y me dirigí al baño a limpiarme.

Cuando me acercaba de nuevo al salón oía de lejos los grititos de Laura ya conocidos:»Ahhhh, ahhh, ahhh,» mucho más intensos. Mi vista se había desacostumbrado a la penumbra y apenas veía mucho, pero pude distinguir de lejos que la fiesta seguía con igual ímpetu que antes. Cuando estuve más cerca vi a Mikel que ahora estaba follando con Sheila, que estaba con las piernas abiertas en el sofa y emitía unos fuertes gemidos de placer. Mi hermana estaba a su lado, le acariciaba sus pechos y se los besaba.

Por otro lado Laura, ahora se encontraba sentada en una punta del sofá y Christian la estaba follando puesto de rodillas. Ella se retorcía a un lado y a otro. Yo volvía a estar de nuevo empalmado ante la visión de estas escenas y acerqué mi pene a la boca de Laura que lo empezó a sorber con mucha ganas mientras Christian seguía follándola. Laura seguía emitiendo sus gritos de placer más fuerte: «Ah, ah, ah, ah,…». Yo me dejaba chupar el pene por ella y éste desaparecía casi completamente en su boca.

Vi que Mikel hizo cambiar a Sheila de postura y la hizo poner de pie un poco inclinada y apoyada con sus brazos en el sofá. Susan se metió entre las piernas de Sheila en una postura bastante rara y supongo que incómoda. Debía estar chupándole el chochito de Sheila mientras Mikel la seguía follando, ahora también él de pie desde atrás de ella.

Por los movimientos y gritos de Laura era casi evidente que se había corrido ya varias veces, y sino fuese así, ahora si debía estar haciéndolo casi al unísono en que Christian decía que se corría y quedó sin hacer ningún movimiento encima de ella que seguía con mi pene en su boca. Christian sacó su miembro y Laura dejó de chuparme y nos besamos los dos, en la boca ardientemente y le acariciaba sus pechos mientras lo hacía. Nos quedamos sentados sobre el sofá, relajándonos y observando como Mikel seguía follando con Sheila y ésta seguía emitiendo sus entrecortados gemidos. Mikel debió correrse, pues entonces, también paró, y sacó su miembro del sexo de Sheila. Mi hermana se incorporó y los 3 se besaron a la vez en la boca. Sheila se giró hacia nosotros y nos vio a los tres tranquilamente acomodados en el sofá largo, mirándolos. Sheila sonriendo nos dijo: «Que, en plan voyeur, no? ¿Os ha gustado el espectáculo?» y todos reímos a la vez. Nos quedamos los 6 desnudos un rato. Susan y Laura fueron juntas al baño. Sheila se quedó desnuda sentada en el sofá con nosotros y dijo: «Bien de esto ni una palabra, ¿vale?» Mikel dijo que no se preocupara, y que habíamos estado muy bien en nuestros papeles del juego de rol. Laura y Susan regresaron y Mikel preguntó al grupo: «Bien, a quien damos el «oscar» de interpretación» señalándome a mí (mi nombre en el grupo era Oscar) y todos nos reímos.

Susan mencionó de nuevo lo de mantener esta tarde de juegos en secreto. Todos asentimos y dijimos que esto era una cosa privada de los 6. Mikel dijo que habíamos quedado en escribir el relato de lo que sucediera en la comunidad de los Schnipps y ellas estuvieron de acuerdo. Quedamos que yo lo escribiría, según lo vivido desde mi punto de vista, pero que ellas querían leerlo antes de publicarlo. Quedamos que no empezaríamos a mover copias del relato por el evidente riesgo de que alguien lo leyera. Susan podría leerlo en mi ordenador, ya que ella tenía libre acceso a él, y luego leerlo junto a las chicas en cualquier momento. Mikel y Christian dijeron que lo leerían directamente en la comunidad y me preguntaron cuando lo tendría acabado. En broma Christian dijo que podría ser un buen guión para una película pornográfica y todos nos reímos e hicimos bromas sobre el hecho de ganar dinero en el mundo del sexo.

Bien, esto se acaba. Me propuse escribir pues el relato que habeis leído y exponerlo en público pues fue algo realmente increible que he deseado compartir.

Espero os haya gustado. Doy las gracias a Laura, a Sheila, a Susan, a Mikel y a Christian por haber hecho posible que haya vivido una tarde tan inolvidable y maravillosa que voy a recordar toda mi vida.

Por rocio

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