Una noche con mi prima

Empezaré por decirles quién es Susana. Ella es una de dos hermanos (el otro
varón) hijos de una hermana de mi padre. Susana es de mi misma edad, para
una referencia de como es físicamente mi prima, chéquense fotos de la modelo
erótica Jesse Capelli (mismo rostro, piernas y culo, las tetas no tan
grandes). En fin, el hecho es que cuando esto sucedió los dos teníamos
exactamente 22 años. Mi padre era el administrador de los negocios del
esposo de mi tía, y aprovechando la confianza, mi tío le pedía "favores
personales" a mi padre.

Uno de esos favores era cuidarle su "mansión", una casona grandísima en las
colinas, con todos los lujos que te puedes imaginar. Esta ocasión que les
contaré mis tíos salían de vacaciones fuera del país, el hermano de Susana
se había ido con sus amigos a veranear en la playa y Susana, como tenía
actividades de la universidad por hacer, se quedó sola.

Era un viernes y mi padre me pidió un favor. "Mira, tu prima Susana está
sola en su casa, y como ha habido un par de robos por la zona, quisiera que
te fueras a dormir con ella, para que se sienta más segura". Yo obviamente
acepté encantado, y ahora les diré porqué…

Desde muy pequeños Susana y yo nos llevábamos muy bien. No nos veíamos muy
seguido, salvo en reuniones familiares, pero siempre hubo una especie de

"atracción mutua" entre nosotros, sin importar el parentesco que nos unía.
Cuando llegamos a la adolescencia, esta atracción se incrementó, ya que
Susana se había convertido en una chica muy guapa y yo no pintaba mal
tampoco.

Cuando mi padre me pidió este favor tenía casi un año de no verla, ya que
por andar de parranda con mis amigos me había perdido varias reuniones
familiares. Total que tomé una maleta con un par de cambios de ropa y mi
padre me llevó en su auto a la casona de los tíos. Al llegar mi padre notó

que el coche de mi prima no estaba, "Susana ha de andar con sus amigas, en
fin, ahí te la encargo…" me dijo mientras me dejaba en la puerta de la
mansión con una copia de las llaves.

Entré a la gran casona, la cual ya conocía de cabo a rabo por anteriores
fiestas de la familia. Una casona con una amplia zona inferior, una enorme
sala, un grandísimo comedor, una cocina digna de un restaurante, etc. Me
dirigí al refrigerador y encontré unas cervezas, y sintiéndome dueño del
lugar procedí a beberme una.

Con mi maleta en una mano y la cerveza en la otra subí las escaleras rumbo a
las habitaciones. Ya se me había indicado que mi lecho de descanso era el
cuarto de mi primo, así que me dirigí hacia allá para dejar mis ropas. Una
vez hecho esto, me quedé viendo las cosas de mi primo, un cuarto digno de un
príncipe, con TV a color, video casetera, equipo de sonido y juegos de video.
"Nada mal" pensé.

Salí para dirigirme al cuarto de TV que se encontraba en la planta baja, ya
que ahí había una enorme televisión con los aparatos que controlaban la
antena parabólica, para pasar la noche viendo películas (y para ver si podía
encontrar los canales porno, por supuesto. Pero… al pasar por la recámara
de Susana, mi mente sucia me detuvo. Como lo hice con mi tía Diana, tenía la
curiosidad de ver las prendas íntimas de mi primita.

Entre por la puerta que se encontraba entre abierta y encendí la luz, una
recámara igual de equipada que la de mi primo, pero con el toque femenino.
Me dirigí al vestidor (un cuarto completo lleno de ropas) y empecé a abrir
los cajones buscando las bragas de la primita. Di con el objetivo de mi
perversión y me puse a ver, acariciar y disfrutar de la gran colección de
diminutas bragas que ahí se encontraban… eran sensualísimas… y de
repente, oh sorpresa! una caja de píldoras anticonceptivas!!!! "Así que la
prima le da duro a la matraca.." pensé. Esto me llenó de gozo, pero también
me hizo pensar que quizás mi prima a sabiendas de que mis tíos no estaban a
lo mejor estaría follando con algún novio o algo. "En fin" me dije mientras
me dirigí a su baño para ver si había tangas usadas.

Por desgracia la mujer del aseo había limpiado todo y no había ropa sucia,
así que desilusionado me dirigí al cuarto de tele, con la esperanza de
mínimo pasar la noche viendo porno. Antes de esto llegué por otra cerveza al
refri y me senté cómodamente en uno de los sillones para ver la televisión.
Agarré la revista ORBIT que era donde venía toda la programación de la
parabólica y me puse a buscar en el índice para ver en que satélite se
encontraba un canal de aquél entonces, llamado America Triple Extasis, para
deleitarme con pornografía gratis (recuerda que en aquel tiempo no había
internet).

Como para esto de los equipos electrónicos me pinto sólo, no tardé en dar
con mi objetivo, dejé preparada la clave de otro satélite, ya que la antena
se ve desde la calle y no quería que mi primita se diera cuenta de lo sucio
que era yo. Pues pasó como hora y media que me di gusto con la programación
del susodicho canal, ya que estaba empezando una peli muy buena, con las
estrellas de aquel tiempo: Amber Lynn, otro par de tipas que no me acuerdo
como se llaman, el gordo del Ron Jeremy (quién no conoce al gordo bigotón
del cine porno?) y el maestrazo gran-pija de John Holmes (q.e.p.d).

Obviamente con la acción que transcurría mi pito estaba más que presto para
cualquier acción, y yo solo en esa enorme casa decidí sacarlo de su prisión
para que "le diera aire". Desabotoné mis jeans y bajé un poco mi trusa para
que mi amigo saliera a reconocer terreno. Tenía el miembro durísimo y las
tías que aparecían en la pantalla lo endurecían aún más. Comencé lentamente
a hacerme una paja, prolongando la agonía.

Como dije, habían transcurrido casi dos horas cuando vi unas luces que se
dirigían a la casa. La mansión de mi tío se encontraba en la parte más alta
y en aquel entonces era la última casa de la calle, así que sin pensarlo dos
veces, regresé mi chile a su guarida y active la parabólica para que se
cambiara a un satélite más "familiar". Las luces se detuvieron y apagaron,
por una orilla me asomé para ver quien era, y si efectivamente era mi prima
Susana. Descendió de su coche y le puso cerrojo, y que portento de chica.

Susana vestía unos mallones, que se estilaban mucho en aquel tiempo, color
azul, ceñidos a sus lindas y torneadas piernas, encima de ellos un
anchísimo cinturón (como el de Papá Noel muy en boga también) y una blusita
holgada que de cualquier forma dibujaba un par de suculentas tetas.

Me senté nuevamente en el sillón a seguir viendo la tele… ahora estaba
viendo Cinemax, cuando oí que la puerta se abrió. El sonido de unas
zapatillas de piso se hizo cada vez mas cercano hasta que por la entrada de
la sala apareció Susana. "Priiimoooo!" exclamó sonriendo, "pensé que no te
quedarías a cuidar la casa!" me dijo mientras se acercó para besarme en la
mejilla.

"Como crees que te voy a dejar solita y desamparada?" le dije mientras le
besaba la mejilla también. Mi prima olía delicioso, a perfume fino,
combinado con un poquillo de olor a cigarrillo, pero igual de rico. "Ya
cenaste? le pregunté. "No, aún no, primo" me contestó. "Estaba en casa de
una amiga terminando un proyecto de la escuela y ya decidí retirarme porque
me da miedo andar sola tan tarde."

"Haces bien, Susy", le dije, "ven, te voy a preparar algo de cenar." Me
levante de mi silla y la tomé de la mano, jugueteando. "A poco sabes
cocinar?" me preguntó riendo mientras se dejaba llevar por mí. "Por
supuesto, tu nada más pide y todo se te será concedido…" le dije
maliciosamente mientras avanzábamos a la cocina. "Tooodooo???" me preguntó

maliciosamente también.

Esta respuesta, junto con las dos cervezas que traía en el cerebro y la
pornografía que había visto hicieron que me pusiera muy, pero muy alerta.
Volteé a ver a Susana y le dije con un gesto que denotaba mis mas negras
intenciones "ab-solu-ta-men-te to-do…". Ella sonrió pícaramente y me
contestó "es bueno saberlo".

Ya en la cocina, Susana me pidió que le preparara un sándwich de pan
integral (para cuidar su figura). Preparé dos sándwiches para ella y para mi
y le pregunté viendo dentro del refrigerador que deseaba tomar. "Dame una
cerveza, por lo visto ya me llevas ventaja y tengo que alcanzarte para andar
iguales".

"Wow!" pensé para mis adentros, "igual y si nos ponemos a beber a la prima
se le aflojan las vestiduras". Reí para mis adentros mientras destapaba un
par de cervezas. Mientras cenábamos en la barra de la cocina, comenzamos a
charlar de la escuela, y demás tonterías. Obviamente le pregunté si estaba
saliendo con alguien y me dijo que por el momento no, que estaba
‘disponible’.

Cuando me dijo que estaba disponible levantó sus cejas como diciéndome "como
ves?" y obviamente me preguntó inmediatamente si yo estaba saliendo con
alguien. Le di la misma respuesta con el mismo ademán y los dos reímos.
Después de esos sándwiches y ese par de cervezas siguieron otras dos
cervezas para cada quién… "recuérdame de reponerle esas cervezas a mi
papá, porque se va a cagar si se da cuenta de que nos las tomamos.

"Y porqué no vamos por unas para reponérselas y otras poquitas para
nosotros? le pregunté,"además no traigo cigarrillos y como que se anda
antojando uno". "Sale!" contestó ella tomando su bolso y sus llaves, "pero
tu manejas que a mí ya me dio flojera. "De acuerdo" contesté y salimos de la
casa para treparnos en su deportivo, un Ford Mustang nuevecito, que me moría
por manejar. Bajamos la colina y nos dirigimos a una tienda de conveniencia
que se encontraba cercana. Ahí por casualidad nos encontramos con una amiga
de mi prima, Martha.

"Hola Susy, como estas!" se saludaron efusivamente como suelen hacerlo las
chicas. "Mira" dijo Susana acercándome a su amiga, "este es mi primo…" Yo
saludé con un beso en la mejilla a la tal Martha, quién también estaba muy
guapa. "Vaya, es más guapo de lo que me platicabas", dijo Martha mientras
Susy sonreía. "A ver cuando lo invitas a una fiesta».

Por esta conversación saqué por conclusión que a Susy yo le parecía guapo.
Sin más detalle compramos cervezas, cigarrillos y regresamos a la mansión.
Guardamos las cervezas, agarramos un par para nosotros y nos dirigimos al
patio para fumarnos un cigarrillo para no apestar la casa a tabaco. El patio
estaba a oscuras y mientras procedíamos a fumarnos el cigarrillo, Susana
encendió las luces, después de esto encendió las luces del interior de la
tremenda piscina que coronaba el lugar.

"Se me olvidaba que tenías piscina y con el calor que hace primita…" le
dije. "Te quieres dar un chapuzón? a mi me vendría bien también". me
contestó. "Porqué no buscas un bañador de mi hermano mientras me cambio?" me
dijo. "Me parece una muy buena idea porque no me acordaba de tu piscina y no
cargué un bañador" le dije. Dicho esto, nos fumamos el cigarrillo mientras
seguíamos charlando boberías. Apuramos lo que nos quedaba de cerveza y nos
dirigimos al interior de la casa y de ahí a las habitaciones. "Coge una
toalla del vestidor, primito" me dijo Susana mientras cerraba tras de si la
puerta de su habitación, "nos vemos abajo" le dije. Entre a la habitación de
mi primo y me puse a buscar en sus cajones los bañadores, por suerte mi
primo y yo somos más o menos del mismo tamaño así que no habría problema por
la talla.

Al dar con la prenda que buscaba, me encontré uno de los tipo Speedo que
usan en competencias de natación. breve y muy entallado. Sonreí mientras lo
tomaba y me dirigí al baño. Me desnudé y acomodé mis ropas y me puse el
bañador. Al verme al espejo noté que se me marcaba tremendo el paquete con
el entallado bañador. Una vez hecho esto tomé unas sandalias de mi primo y
una enorme toalla del mismo baño. Salí de la habitación y pasé por la
habitación de mi prima, la cual aún se encontraba cerrada. Mi mente comenzó

a volar, ya que imaginé a mi prima desnudándose y poniéndose su bañador,
esto junto con el alcohol que había consumido me excitó aún más. Bajé las
escaleras y me dirigí a la alberca.

Pasé nuevamente por la cocina y tomé otro par de cervezas, la destapé y salí
a la alberca. Puse la toalla sobre una de las sillas del patio y las
cervezas sobre la mesita de ahí mismo. Me quedé ahí parado viendo el agua
que se mecía lentamente con el viento, no pasaron más de 5 minutos cuando
apareció mi prima Susana.

Con el pelo suelto, la piel blanca de mi prima brillaba bajo las luces del
patio. Un cuerpo joven, casi perfecto, cubierto solo esencialmente por un
diminuto bikini color verde fosforescente, que arriba cobijaba un par de
tetas redonditas de tamaño mediano y abajo un triangulito de tela que
arropaba un sabroso bultito. Sus delicados pies calzados en un par de
sandalias y unas piernas duras y torneadas que se cimbraban en cada paso que
daba. Susy puso su toalla al lado de la mía y descaradamente me vió de
arriba a abajo. "Has estado haciendo ejercicio, verdad?" me preguntó
mientras pasaba al lado mío y me dejaba ver su precioso trasero, con las
nalgas cubiertas solo a la mitad por el bikini. "Si, estoy haciendo pesas en
el gimnasio", le dije "tu también te ves muy bién" le contesté.

Susy sonrió "gracias por el cumplido" me dijo y acto seguido se zambulló en
las transparentes aguas. Tras desaparecer por unos segundos apareció
nuevamente, con el pecho erguido apuntando al cielo y tomando su húmeda
cabellera para ajustarla tras su rostro. "No vas a entrar?" me oreguntó, "el
agua está riquísima".

Deshaciéndome de las sandalias me tiré un clavado a las frescas aguas, para
aparecer a un lado de ella. "realmente esta rica el agua" le dije. No había
terminado de decirle esto cuando recibí un chorro de agua que Susy había
impulsado con su mano hacia mi rostro mientras reía sonoramente. Yo contesté
la agresión y se inició una guerra de chorros de agua acompañada de nuestras
carcajadas.

"Oye puedes hacer esto?" me dijo Susana mientras se sumergía completamente
bajo el agua para pararse de cabeza en lo profundo. Sus deliciosas piernas
emergieron del agua y se levantaron como columnas para permanecer erguídas
por un momento. Realmente esas piernas me estaban volviendo loco. Susy
volvió a aparecer y se me quedó viendo esperando que la emulara. Hice la
misma rutina que ella y regresé a mi posición original. "Hey ponté así" me
dijo y con la mano hizo una seña simbolizando dos piernas abiertas como una
A. Yo lo hice y acto seguido Susana se sumegió y nadando bajo el agua pasó

por entre mis piernas. Yo disfrutaba todo esto, ya que por lo transparente
del agua veía ese cuerpo de sirena moverse ágilmente debajo de mi.

"Ahora es mi turno" le dije e intercambiamos lugares. Ahora yo me hundí y
nadé a ras del piso para pasar por entre sus piernas, obviamente esto lo
hice con los ojos bien abiertos para ver su rica concha antes de pasar por
debajo de ella. "No te muevas", le dije, "ahora te voy a enseñar otro truco.
Susy permaneció en la misma posición sólo que de espaldas a mi. Pasé

nuevamente por debajo pero antes de terminar de cruzar, la tome de las
piernas, puse mi nuca en su concha y apoyando mis pies en el fondo me
levanté, con mi prima sobre mis hombros. Susy rió sonoramente al verse
levantada en vilo. "llevame de ‘caballito’ por toda la alberca", me dijo
mientras tomaba mis manos con las suyas. Caminé por toda la periferia de la
alberca con mi prima encima. Sentía su concha húmeda y tibia en mi nuca y
que bueno que estaba tapado por encima de mi cintura por el agua, ya que
tenía una evidente erección.

Después del ‘paseo’ la impulsé hacia arriba y adelante para arrojarla al
agua. Los dos reímos y decidimos jugar unas competencias de natación.
Arrancamos nadando de un extremo de la alberca al otro y de regreso. Yo
gané. Susy me pidió la revancha e iniciamos una segunda competencia. Yo me
concentré en mi nado y al llegar al extremo del fondo rápidamente regresé

nadando a la otra orilla. Al llegar a la meta y a punto de cantar victoria
noté que Susy se quedó en el otro extremo, agarrada de la orilla, con la
cabeza agachada y respirando agitadamente. "Que te pasó" le pregunté. "Me
dió un calambré" me contestó muy agitada. Rápidamente nadé hacia ella y me
acerqué para auxiliarla.

"Ven, le dije, "déjame ayudarte". la tomé del brazo para llevármela a la
parte menos profunda para que pudiera pisar, ya que donde nos encontrabamos
la alberca rebasaba los dos metros de profundidad. Lo que pasó enseguida me
dejó pasmado, Susy se voltió hacia mi y me abrazó con brazos y piernas,
plantándome un profundo beso en los labios. Ese beso para mi duró una
eternidad… húmedo y tibio, con su lengua paseándose dentro de mi boca.
Cuando nos separamos Susy rió y me lanzó un chorro de agua.. "caíste tonto"

me dijo riéndose y nadando a la parte baja de la alberca. Yo rápidamente la
alcancé y la tomé de la cintura.Nuevamente nos besamos. Yo empecé a
acariciar su espalda y terminé por estrujar sus ricas nalgas. Susy me
ofreció su cuello y mientras lo mordisqueaba rodeaba mis nalgas con sus
deliciosas piernas. Estuvimos por largos minutos así. Ya enardecido por la
lujuria acaricié sus pechos por encima del top strapless de su bikini. Sin
importarme nada jalé hacia abajo su top para dejar al descubierto un par de
tetas hermosas, cubiertas con pequeñas gotas de agua que brillaban como
diamantes a la luz de las lamparas.

Con una mano tomé una y cubrí con mi rostro la otra mientras ávidamente
succionaba el pezón que se ofrecía. Susy gimió mientras le propinaba severa
mamada. "Vamos adentro" me dijo jadeante. Nos separamos y Susy reacomodó su
top mientras salía de la alberca. Yo como autómata la seguí con la vista
clavada en su rico culo. Tomamos las toallas y nos secamos rápidamente
calzando las sandalias. Cruzamos la cocina y subimos velozmente las
escaleras, yo siguiendo a Susy, quién se dirigió a la recámara de sus
padres. "Me tomé la libertad de dejar preparado el jacuzzi" me dijo
encendiendo la luz de la recámara de mis tíos. "Wow" pensé mientras
cruzabamos la habitación para dirigirnos al gigantesco baño de mis tíos.
Encendió la luz y ahí estaba el jacuzzi, con el agua en movimiento y vapor
emergiendo de ella.

Susy arrojó su toalla y se volvió hacia mi para abrazarme y besarnos
nuevamente. Yo arrojé mi toalla sobre la de ella para corresponderle como se
merece. Acto seguido Susy se separó de mi y se despojó de su bikini. Para mi
esos momentos se quedaron grabados con fuego en mi mente, porque no hay nada
como ver como una mujer se desnuda ante ti y para ti. Al deshacerse de la
parte baja de su bañador pude ver un triangulo bien delineado de vellos
oscuros que resaltaba enormemente en contraste de su blanca piel. En una
centésima de segundo me despojé del bañador y como resorte saltó la erección
que tenía aprisionada, mi verga erguida apuntando hacia mi prima.

Susy tomó mi pene con su mano y lo pajeó suavemente mientras me daba otro
rico beso. Después de esto me soltó y se metió al jacuzzi. Yo la seguí y
cuando nos encontramos dentro de la enorme tina la volvia a abrazar, para
besarla apasionadamente. Mi pene encontró refugio entre sus piernas y ella
flexionaba su pelvis para frotar su concha contra todo lo largo de mi
fierro. Yo devoraba su cuello y sus tetas y con las manos manoseaba
ávidamente sus nalgas.

Tomé a Susy de la cintura y la senté en la orilla del jacuzzi, con mis manos
abri sus piernas para dejar al descubierto su chocha en todo su esplendor.
Bajo el triángulo de vello se encontraba una vagina invitante, expuesta
pidiendo a gritos ser comida. Me metí entre las piernas de mi prima y hundí
mi rostro en la húmeda vagina. Susy exhaló profundamente al sentir como mi
lengua recorría su concha y se detenía a juguetear con su clítoris. Susy me
tomaba de los cabellos y me hundía más en su sexo. Con mis manos recorría
sus esculturales piernas, acariciaba su pubis y subía para estrujar sus
tetas, y Susy se inclinaba hacia atrás recibiendo el tratamiento que le
proporcionaba. Estuve así por un buen rato hasta que le arranqué su primer
orgasmo. Susy se convulsionó y jadeó mientras que en espasmos se corría, yo
hasta el último momento seguía comiendome su sexo.

Cuando terminó, se hundio nuevamente en el agua y me plantó otro beso.
Después de esto yo me senté en la orilla del agua, con mi chile ardiendo,
invitándola a que lo mamara. Susy entendió la ‘indirecta’ y tomó en su mano
mi fierro, el cual volvió a pajear suavemente para proceder a engullir mi
verga. Susy realmente sabía dar una mamada, ya que en la primer comida vi
como su naríz tocaba mis vellos. De ahí siguió ritmícamente a mamarla hasta
la mitad, mientras la sujetaba con la derecha y con la izquierda masajeaba
mis huevos. De vez en vez se la sacaba toda para pasarle la lengua por todo
lo largo, besar la cabeza y vover a su labor de propinarme una severa
mamada. Así transcurrieron unos minutos hasta que la detuve, ya que aún no
quería correrme. Lo bueno de las cervezas que había tomado es que con el
alcohol uno tarda más en venirse, así que aún tenía energía para más.

La tomé de las manos para sacarla del jacuzzi, "vamos a tu recámara" le
dije. Susy salió del agua y tomó una de las toallasy me extendió la otra.
Rápidamente nos medio secamos y salimos desnudos de la recámara de mis tíos.
Cruzamos el pasillo tomados de la mano y entramos a su habitación. Con la
luz encendida nos tiramos en la cama, besándonos enloquecidamente mientras
nuestras manos recorrían nuestros cuerpos, acariciando, estrujando, palpando
cada centímetro de piel.

Me monté sobre mi prima quien inmediatamente abrió sus piernas. Con mi mano
dirigí mi pene a la entrada de su guarida y empecé a frotar la dura cabeza
contra sus labios vaginales. Susy sólo gemía en aticipación de lo que
seguía, y ya acomodado, puse mis brazos a los lados de su cuerpo y mientras
me inclinaba para darle otro largo beso le metí lentamente la verga,
centímetro a centímetro. Susy exhalaba por la nariz al sentirse empalada, ya
que mi boca estaba fundida con la suya. Su chocha estaba bastante lubricada
y en escasos segundos ya me encontraba dentro de ella.

Empece a bombearle mi carne mientras que con sus piernas rodeaba mi cintura,
yo besaba su boca, después un pecho, luego el otro y regresaba a sus labios,
mientras que me movía rítmicamente, suministrándole a su concha mi durísima
verga. Susy me tomó de las caderas y me marcaba el ritmo que más le gustaba,
guíandome, indicándome como llevarla a tener otro orgasmo. Tras unos minutos
empezó a moverme de las caderas más rápido, estaa llegando a su climax
nuevamente, así que aceleré mi ritmo, que gracias al alcohol, me encontraba
aún muy lejos de alcanzar mi climax. Ya cuando estaba follándomela
rápidamente vino la segunda explosión.

Susy gritó extasiada mientras estiraba sus piernas hacia el cielo, y movía
su cabeza de un lado al otro, se corría severamente mientras yo seguía con
el ritmo veloz, hasta que sentí como las fuerzas la abandonaron. Con mi
verga totalmente dentro de ella le planté otro profundo beso, dándole
oportunidad de que se repusiera. Tras unos momentos me salí de su cocha, la
tomé de la cintura y la puse en cuatro, opara darle de "perrito".

Me puse detrás de ella y mientras que con una mano le acariciaba las nalgas,
con la otra enfilaba mi fierro a su hogar. Una vez que localicé el objetivo,
entré sin problemas, ya que su chocha se encontraba más que húmeda y lista
para seguir recibiendo el tratamiento. La tomé de las caderas y empecé a
follarmela rítmicamente, es increíble como el alcohol evita que alcances el
orgasmo ya que estuve lo para mi fue una eternidad dándole así. Susy gemía,
sonaba como un lamento lo que desus labios salía, pero era gozo lo que
sentía ya que con su cuerpo rítmicamente seguía mi compás.

Después de darle así por un rato la puse de lado, le abri las piernas y me
recosté detrás de ella. Nuevamente la enfierré y en esta cómoda posición
seguí con mi labor. Susy se agarraba la húmeda cabellera, embelesada, con su
mano derecha me tomó de la cintura mientras que por el hombro me volteaba a
ver con una expresión de éxtasis total. Le seguí dando verga hasta que se
corrió nuevamente. "Carajo, que caliente es" pensé después de esta corrida.

"Ya van tres de ella y yo sigo como si nada".

Cuando se relajó me salí de su chocha, me recosté al lado de ella. La besé
tiernamente en los labios, esperando que recobrara bríos. "Cielos, me has
dejado exhausta…" dijo. "quieres que te haga una paja?" Yo francamente
después de las carreras de natación y todo el empeño que había dado en darle
esa tremenda follada, realmente también me encontraba muy cansado, asi que
acepté.

Me recosté boca arriba y Susy, quien se encontraba a mi lado se sentó, tomó
mi pene con su diestra y empezó a pajearla. "Que bárbaro, coges como todo un
semental, hiciste que me corriera tres veces…" me comentó mientras que con
la mano cerrada sobre mi chile lo jalaba de arriba a abajo. "Es que me
encantas", le contesté, "siempre me has gustado y es un sueño para mi esto
que está pasando.

"Para mi también lo es, desde que supe que vendrías a quedarte pensé en
buscar la forma de traerte a la cama y ya ves, funcionó" me dijo sonriendo
mientras seguía pajeándome. "Te gusta como te lo hago?"

"Me encanta, sigue así, me tienes en llamas" le dije mientras exhalaba y
disfrutaba de la paja que me hacía. "Que rica verga!" dijo mientras
continuaba con su labor. "Si", le dije, "es toda tuya". Esta conversación
sucia me estaba poniendo más caliente "dime cuanto te gusta mi verga…" le
ordené.

"Mucho, me gusta mucho, esta bien dura, me vuelve loca" empezó Susy a
parlotear mientras me pajeaba más duro. Esto me estaba poniendo más caliente
aún. "que rica vergota tienes primo, me encanta, que rica verga, que
rica".Susy notó que sus palabras hacían que mi chile se pusiera más duro y
siguió elogiándola mientras la pajeaba. "quiero ver salir esa lechita rica
que tienes tu, dame tu leche, quiero tu leche". Yo ya estaba perfilándome
para una severa corrida. "Chúpala" le ordené. Susy se inclinó y cubrió la
cabeza con los labios mientras que seguía pajeándola. Su lengua trazaba
círculos sobre la cabeza, mientras que la saliva se escurría hacia afuera.
No pasaron más que unos momentos hasta que empecé a paralizarme. Susy quitó

su boca de mi fierro y lo pajeó más rápido. Momentos después, fuertes
disparos de semen salieron proyectados hacia arriba para caer sobre mi
abdómen. Susy pajeó mi verga ahora muy lentamente hasta que salió la última
gota.

"Ven, vamos a ducharnos para dormir limpios" me dijo. Yo con dificultades me
incorporé y la acompañé al baño de su recámara, entramos a la ducha y nos
deshicimos de todo el sexo y sudor que nos cubría. Nos lavamos los dientes,
nos secamos y nos metimos en su cama. Ya era pasada de la una de la mañana,
así que desnudos nos dormimos.

Antes del amanecer desperté, por la ventana se veía el cielo que apenas
comenzaba a clarear, mi prima dormía plácidamente a mi lado. La destapé para
ver su escultural cuerpo desnudo, me quedé por un rato en contemplación,
viéndola y recordándo todo lo que habíamos hecho. La volví a tapar, me
cobijé y volví a dormir.

El sonido de la televisión me despertó, ya era de día y al abrir mis ojos me
encontré a mi prima, quien corría de un lado al otro vestida únicamente en
bragas y brassiere, un conjunto perfecto de encajes negros que la hacían
verse deliciosa. "Que pasa?" le pregunté.

"Quedé de verme con unas amigas para seguir con lo del proyecto que te
comenté, ya es tardísimo y me tengo que ir", me dijo mientras se ponía una
minifalda de mezclilla y sacaba una blusa de sus cajones. "Pero es fin de
semana" le dije decepcionado,porque yo esperaba que nos pasaramos el sábado
y el domingo gozándonos el uno al otro. "Ya lo sé" me contestó," pero urge
que terminemos con eso" dijo Susy mientras se ponía la blusa y se calzaba
unos zapatos.

Se inclinó hacia mi y me plantó un beso. "Vístete que ya no tarda en venir
la del aseo, que también viene medio día los sábados. Ya recogí los
bañadores del jacuzzi, y te traje la ropa que traías puesta ayer… regreso
en la tarde y prometó que te recompensaré…" mientras decía esto tomaba sus
lentes de sol y salía del cuarto. No me quedó más remedio que resignarme.
Salí de la habitación con mis ropas en la mano y me dirigí a la recámara de
mi primo. Deshice su cama para aparentar que alguien había dormido ahí y
saqué otro cambio de ropa limpio. Una hora después llegó la señora del aseo,
así que bajé a prepararme algo de desyunar.

Obviamente esto no acaba aquí, en otro relato les contaré lo que siguió en
ese alocado fin de semana con mi prima.

Por rocio

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