Mi otra primera vez

Vos me pediste que escriba este relato verídico de mí «otra primera vez», pero tengo que hacer un poco de historia para ubicar al que lo lea en pleno tema. Soy un tipo de mediana edad (antes homo fóbico) varonil, casado con hijos grandes me gustan y mucho las mujeres, nunca me atrajeron los hombres en absoluto, digo nunca de la misma manera que nos atrae una mina, de darse vuelta mirarla, mirarle las tetas la cola, admirar sus piernas los rasgos etc., etc. e imaginársela en una cama en bolas y uno ser el que la disfrute.

A medida que pasaba el tiempo en mi vida fui descubriendo verdades que no eran tales y mentiras que tampoco eran tales… y mi mente se abrió a otros puntos de vista y a otros tipos de culturas y fui descubriendo que tal vez el 99% de las conductas sexuales humanas, desde la más tierna infancia hasta la muerte, son absolutamente regidas por pautas culturales, tales como el incesto es tabú, el celibato en los sacerdotes católicos, la homosexualidad prohibida en ambos sexos, las sesiones sexuales de más de una persona también prohibidas, y todo esto no solo era tabú por una cuestión cultural judeo cristiana, sino también por cuestiones religiosas políticas y económicas; quien no sabe que los griegos y romanos antiguos, precursores de nuestra cultura occidental y cristiana, tenían relaciones homosexuales por puro placer y eran mucho más y mejor valoradas entre ellos que las heterosexuales que solo las usaban para procrear.

No quiero hacer un ensayo ni demostrar una tesis de lo expuesto, pero a poco de que el lector lo analice verá que va a ir encontrando verdades en las mentiras y viceversa… Este planteó parece muy cerebral, y lo es, pero obedece también a análisis de mi niñez mi adolescencia juventud y de adulto maduro actual.
¿Quien no ha sentido vergüenza de masturbarse?¿Quien no ha sentido curiosidad por como lo haría otro semejante congénere, quizás más que la curiosidad de mantener relaciones heterosexuales?

Luego en la adolescencia temprana quien no ha tenido algún acercamiento homosexual con amigos /as primos/as ?y si no lo ha tenido o no ha tenido la suficiente percepción para notarlo es medio para decirlo levemente poco sensible a su sensualidad o esta muy reprimido y ni siquiera se anima a reconocerlo en su intimidad.

La intimidad que tema … ahora con el desarrollo de Internet y las comunicaciones que ocasiona y genera esta nueva manera cultural de contactarnos que me parece genial a pesar de tantas tonterías que se originan, pero de cualquier manera nos permite conocer mucha gente muchas intenciones ocultísimas y también nos permite reconocernos a nosotros mismos en algún espejo que nos encontremos y que nos permita la parte que mejor nos hace desarrollar las conductas y que eso creo que es el «anonimato» que da una computadora, un teclado y un no dejarse ver las caras, hasta que decidimos lo contrario.

En fin en estas pocas líneas estoy tratando de encontrar las palabras mejores para justamente ayudar a cada uno que lea a descubrir que las personas no somos ni homosexuales ni bisexuales ni heterosexuales, solamente somos seres sexuales sexuados y que no necesitamos como otras especies animales salvo excepciones coger para procrear, y lo podemos hacer simplemente por placer y como el placer viene de el contacto piel con piel vista olores ruidos en general las puertas de entrada son los 5 sentidos, pero todos ellos abonados y fertilizados por la imaginación y la lujuria y el morbo etc., etc.

Yo desafío a cualquiera y trataré de ser lo más grafico posible:Estas desnudo/a con los ojos tapados en un lugar agradable solo en una cama y sabes que habrá actividad sexual en la que estarás implicado/a se acerca otra persona y comienza a acariciarte muy suavemente y sin emitir el más mínimo sonido te comienza a realizar sexo oral, acordate, vos estás con los ojos tapados, y te sigue chupando hasta que acabas en su boca, si abrieras los ojos en el momento de estar llegando al éxtasis y vieras que es un hombre si sos hombre o una mujer si sos mujer, o mejor aún si abrís los ojos cuando ya acabaste y te encontrás con esa sorpresa, luego de haber gozado plenamente ¿te sentirías mal por ser homosexual? O simplemente ¿lo aceptarías como que entre el mismo género se puede dar y recibir sexo caricias y todo eso?

Te dejo esto para reflexionar pensalo y se sincero/a. Yo pienso que todos en algún momento hemos tenido alguna cercanía a fantasías homosexuales ¿quién no se la miró al amigo o primo? ¿Quién no comparó la suya con la de ellos? y algunos nos animamos a hacernos una buena paja juntos o cada uno en una cama y saber que el otro se esta mandando la madre de las masturbaciones y vos también.

Luego a medida que vas creciendo (y esto es una cosa que las viví yo, no me las contó nadie) te afianzas en la sexualidad en mi caso absolutamente hetero, y ni por asomo ni en la peor de las pesadillas pensar en tener sexo con un hombre, les cuento una pequeña historia que me pasó a los 20 y pico mientras estudiaba en la universidad.

Luego de una fiesta estudiantil, una guitarreada que se llamaba, y después de varios tragos y muchos más ruegos, concreté una fantasía sexual de encamarme con una amiga y otra mina menos conocida, pero muy trola ella, es decir muy lanzada, con un prontuario muy frondoso en el terreno sexual; el asunto que (para hacerla corta) yo estaba en mi cama penetrando a lo perrito a mi amiga y de la otra ni me acordaba, cuando sentí una caricia en mis nalgas, y esas caricias se volvían más insistentes con abrirme los cachetes y meter sus manos por debajo mío para acompañar mis embestidas, agarrándome por completo de las bolas y acariciando a nuestra común amiga penetrada, hasta ahí mejor no podía ser, pero en un momento esa manito traviesa se deslizó hacia atrás, húmeda como estaba con nuestros fluidos, y un dedo de ella me empezó a acariciar el esfínter de manera circular, solo acariciar, sin presionar en lo más mínimo, me sorprendió mucho que me lo hiciera y más aún que no me molestara, yo tenía algunas copas de más, pero estaba lucido y sabía perfectamente o al menos intuía como terminaría esto, la rechacé cerrando los cachetes como queriendo decirle «soy muy machito, con eso no se jode»

Ella se retiró tácticamente, seguí con lo que hacía y oh sorpresa a los pocos segundos sentí de nuevo el placer, pero aumentado y entonces me di cuenta que no era su dedo lo que me acariciaba era su boca, era su lengua la que me empezó a penetrar, la confusión era casi tan grande como el placer que sentí… me hice el tonto, el que estaba en copas y no se daba cuenta lo que ella me hacía, pero les juro que en ese momento deseaba que me penetraran con lo que fuera lengua dedo o verga ¡¡ohhhhh!! Que sorpresa pensar en eso, me asusté muchísimo, me repetí mil veces que estaba confundido que no era así etc., etc. eso quedó ahí nomás fue una experiencia juvenil, pero esas sensaciones me abrieron un dilema un teorema una nueva tesis de vida…

Pasaron los años hasta que me atreví a en una masturbación sofisticada penetrarme con un dedo mío, luego fue una vela y las sensaciones eran placenteras, pero duraban solo la masturbación nada más luego las culpas… Una vez mientras mantenía relaciones sexuales con mi mujer, yo le hacía sexo oral y mientras la chupaba le dilataba la colita para luego poder penetrarla con placer para ambos, al principio se quejaba, pero después le fue gustando (y yo sentía una envidia de ella cuando la penetraba y ella gozaba con mi pija adentro) y siempre en chiste decía ustedes los hombres siempre quieren la cola, pero la suya, no la entregan… yo no la pescaba o no entendía la indirecta o me hacia el desentendido otra vez, ella me estaba practicando sexo oral y empezó a jugar como aquella vez con un dedo ensalivadísimo en mi esfínter… di un salto y la rechacé no porque no me gustara, pero si por miedo a deschavarme, ella por suerte insistió una y otra vez hasta que logró penetrarme con un dedo y creo que me hizo un masaje prostático o solamente me penetró, pero les aseguro que acabé como un caballo fue muy, pero muy placentero, fue el comienzo de muchas veces más de la misma manera.
Era cuestión de tiempo que pasara en mi vida lo que pasó y describí en mi primer relato publicado en Internet «sobre mi primera vez con un hombre»… Eso fue allá por el año 2000 y solo fue una experiencia aislada, pero muy ratonera (placentera) que me acompañó en innumerables masturbaciones pensando en volver a vivirla. La vida siguió su curso y yo en Internet buscando alguna oportunidad de sexo con un hombre, pero no me animaba a concretar ninguna y las ganas me desbordaban, hasta que un día en un chat me encontré con vos, y me dijiste que lo hacías con hombres por dinero solamente… Ahí quedó el asunto, yo jamás en mi vida pagué por sexo y menos aún iba a hacerlo por tenerlo con un tipo, que ironía, la cuestión es que pasaron unos cuantos meses de solo conocernos por mail chat y messenger hasta que una vez me decidí y le propuse un encuentro pasarlo a buscar por una esquina en auto y si había piel y entre nosotros veríamos como seguíamos…

Y esto que sigue a continuación es el relato propiamente dicho de mi otra primera vez»

Estaba en el auto con vidrios polarizados en una esquina esperándolo casi al atardecer. Me devoraban los nervios y la adrenalina me mantenía alerta, no lo conocía y sería todo una sorpresa, él a mí tampoco y solo tenía la descripción del auto. Pasaron 15 minutos y de repente no se de donde apareció él con una sonrisa y por delante del parabrisas, le abrí la puerta del acompañante, nos saludamos nerviosamente sin siquiera tocarnos con un hola simplemente y sonrisas nerviosas, le propuse salir a dar una vuelta me dijo, si claro vamos… y empezamos a salir de la ciudad yo ya tenía pensado más o menos el rumbo, y sería en una ruta solitaria vecinal con poco tránsito ya empezaba a oscurecer, el corazón me latía en la garganta y estaba con los sentidos concentrados en el tráfico de repente sentí una mano de él sobre mi pierna derecha me sobresalté… le correspondí con la misma caricia y seguimos la charla nerviosa intrascendente contándonos cosas que ya nos habíamos contado por mail, él me decía, en serio que nunca más, desde esa vez que me relataste y yo le confirmaba una y otra vez… él me decía entonces sos prácticamente virgen… claro le decía yo y palabra va palabra viene me puso la mano en mi entrepierna de lleno, mmmmm que placer y yo para no ser menos le empecé a acariciar a él de la misma manera mientras manejaba habremos recorrido unas 20 a 25 cuadras cuando al parar en un semáforo y con total descaro de mi parte…

Le abrí el cierre de su pantalón con una sola mano y él además me bajó el cierre del mío y me ayudó a desabrochar la hebilla del cinturón quedando sus partes solo cubiertas por el calzoncillo, cuando metí por primera vez mi mano en el pantalón abierto sentí junto al elástico de su calzoncillo el nacimiento de los pelos púbicos, duros, abundantes de hombre y seguí adelante con su ayuda, porque él levantaba la pelvis para incitar a mi mano a entrar más en contacto con su piel y yo sentía en las yemas de los dedos y en la palma de la mano el notorio aumento de temperatura de su piel y también la tersura y suavidad donde no estaba cubierta por vellos, como se darán cuenta mi mano estaba de lleno acariciando la base de su pija y subiendo lentamente hasta llegar a la cabeza de esa verga tantas veces descripta por él como de 20 por 5 (se entiende que centímetros) y tan anhelada por mí.

Mientras él hacía lo propio con la mía que no se terminaba de parar, le acaricié las bolas suavemente y le recorría sus muslos por las caras internas desde la rodilla hacia arriba y vuelta a masajear sus testículos y la base de la verga que cada vez se ponía más dura, yo la tomaba por la base y ejercía presión y él movía sus caderas hacia arriba para presionarse también contra mis caricias, casi no podía mirar por el tráfico, pero de reojo notaba una pija cabezona cubierta por una piel cetrina muy abierta en el borde del glande que lo dejaba salir sin la menor dificultad entre mi mano derecha que no dejaba de acariciarla desde el tronco a las bolas y todo su extensión… Ya casi, casi estaba oscuro y habíamos salido de la ciudad ya íbamos por una ruta muy poco transitada, de repente él en la complicidad con la semipenumbra reinante y no viendo ningún motivo de detención inminente, toma mi pija desde la base junto a mis huevos la mira y se zambulle entre mis piernas con la boca abierta.

Sentí el calor de su aliento envolviendo toda mi genitalidad y casi explotó al sentir que mi pija estaba totalmente en su boca húmeda que me chupaba sin cesar y me estimulaba con la lengua, pero aún no podía detenerme los dos lo deseábamos muchísimo, mientras él me estaba chupando la pija recargado sobre mi regazo su trasero quedó apuntando hacia la puerta de la derecha la del acompañante yo le terminé de bajar los pantalones y calzoncillo y le acariciaba las nalgas desnudas, me quedaron sus genitales al alcance de la mano derecha y a través de pasarla por entre sus cachetes, le acariciaba el paquete desde atrás, él estaba entregado a darme placer con su boca, y yo quería hacerle conocer y sentir, lo mismo que yo sentí esa vez que me estimuló aquella amiga de la cual ya les hablé con su dedo y saliva… de manera tal que ensalivé abundantemente mis dedos de la mano derecha y dejé que gotearan sobre el surco de sus nalgas hasta llegar al esfínter que recibió el fluido creo yo que dilatándose un poco porque cuando empecé a masajearlo con la yema del índice sentía que no solo no se retiraba, sino que se quedaba a la espera de una penetración cuidadosa y poco profunda de mis dedos.

Así transcurrimos unos 5 minutos más o menos, le pedí que no siguiera chupándome porque yo sentía que jamás me habían chupado la pija tan magistralmente y estaba a punto de acabarle en la boca y eso aún no me lo podía permitir de ninguna manera, estábamos solamente pasando el primer umbral de esta relación que estaba seguro sería mucho más completa y placentera. Ya estaba en total oscuridad la ruta, él insistía en parar ya mismo, venían muy pocos autos en ambas direcciones y una buena banquina de unos 4 metros que divisé junto a un monte alto de eucaliptos, pero en dirección contraria a la nuestra, aminoré la marcha, siempre con su boca en mis genitales o sus manos acariciándome y la derecha mía entre sus piernas, se apreciaba el olor a macho caliente dentro del habitáculo; de manera tal que aminoré la marcha, y di la vuelta en u, estacioné en la banquina mirando nuevamente hacia Mar del Plata, a aproximadamente 10 Km. de la ciudad, apagué las luces, solté mi cinturón de seguridad y no dudé un instante en zambullirme entre sus piernas con los ojos bien abiertos, y todos los demás sentidos alertas, tomé su pija por la base, y lentamente con la lengua la comencé a rozar acariciando el glande y sacándole una gotita de fluido pre seminal que saboree muy ávidamente, de a poco fui acercando mi boca entreabierta abarqué con los labios toda la circunferencia de su cabeza que cada vez me parecía más grande… y más caliente y más dura, latía dentro de mi boca (mientras escribo esto, recuerdo hasta los olores y gran parte de las sensaciones vividas en esa noche que vivirá mucho tiempo ente mis recuerdos más lujuriosos) escuché que entre quejidos y suspiros de placer que evidentemente mi boca le propinaba, él me decía quiero acabarte en la boca quiero, que te tragues mi leche, esas palabras me asustaban porque nunca probé más semen que el mío y no me gusta su sabor… Sino que también porque al acabar él se terminará momentáneamente tanto placer encontrado.

No obstante traté de tragarme todo ese tronco lo más profundamente posible que permitiera mi boca, y yo haciendo fuerza hacia abajo con la boca abierta a más no poder y sus movimientos de caderas elevándolas hacia mi dirección además de sus manos presionando gentilmente mi cabeza hacia abajo… Sentí en un momento que me la pude tragar hasta más allá de la garganta y sufrí una arcada como las que se ven en las películas porno de las minas que se tragan semejantes vergas… fue una arcada, pero no dejó de ser placentera, porque sentía que a él también le gustaba y lo disfrutaba y no debe haber nada mejor además del propio placer, que sentir que uno puede y esta dando placer a su ocasional compañía sexual. La parte oral llegaba a su fin y él empezó a decirme sentate arriba mío, sentate en mi pija… yo mantenía el miedo al dolor del desvirgue, porque de eso se trataba, le dije no, vamos afuera del auto y probemos a que me penetres parado (como me acordaba que me entraron tan, pero tan bien los dedos del urólogo en la última revisada de la próstata, que consistió en decirme, bájese los pantalones, calzoncillos, separé las piernas y apoyé los codos y antebrazos en la camilla… te quedas culo para arriba y totalmente expuesto).

Yo por previsión había llevado una caja de tres condones lubricados que los dejé sueltos en la guantera, también un sobre de enjuague para el cabello que es un excelente lubricante soluble en agua. Tomé un condón a oscuras, con una mano mientras mantenía la otra acariciando su pija de arriba abajo con los dientes lo abrí y se lo coloqué bajándolo suavemente hacia la base. Le dije: Salí del auto, hice lo propio di la vuelta llevando el sobre de lubricante cerrado, una vez del lado de la banquina ambos, me bajé los pantalones hasta los tobillos, me agaché apoyando las manos contra el auto, él se paró detrás de mi, me tomó de las caderas y me apoyó la punta de la verga hirviendo, la sentía yo en la puerta de mi colita ya me la quería poner de una, empujó y solo pudo penetrar menos de un centímetro, yo estaba seco y le di el sobre abierto ya también por mis dientes y le pedí que por favor me lubricara y dilatara con sus dedos, lo tomó entre sus manos sin dejar de apoyarse sobre mi, no veía lo que hacía él, pero yo presentía que se pasaba por los dedos y ahí sentí que con mucho cuidado con una mano me abría y con la otra me masajeaba la entrada y de a poco me metió un dedo, luego otro, fueron solo segundos esto, pero me sentí que este pibe me cuidaba, me respetaba y no era un bestia…

Eso me tranquilizó muchísimo, mientras yo sentía todo eso, de repente me di cuenta que me había apoyado la cabeza de su pija y muy, pero muy despacio empujaba para meterse dentro de mí, para que negarlo, me dolía un montón y sentía cada milímetro que me entraba, pero me dije, no seas cagón y ayudarle que así te ayudarás a por fin disfrutar una buena pija, y así lo hice, me agaché más, apoyé la cara contra la ventanilla del auto y con mis dos manos en un gesto sincero me abrí yo los cantos para que él ocupara las suyas en atraerme desde las caderas hacia él, hice fuerza como para defecar y con dolor, si, pero con mucho placer también sentía como entraba más y más lentamente haciendo un alto en la penetración, hasta que me acostumbrara al invasor que tenía atrás, él paraba de forzar la entrada y no se bien como, pero nos entendíamos justamente en el momento que él debía nuevamente embestir para penetrarme, yo también comencé a ayudarlo empujando hacia atrás, hasta que en un momento y con la frente perlada del sudor y la transpiración de esos segundos, sentí su vello púbico raspándome las nalgas y ahí me percaté que él ya estaba todo hasta las bolas dentro mío… No se imaginan que alivio, alegría y placer viví.

De más está decir que él también percibió lo mismo y comenzó un mete saca lento al principio, pero siempre profundo un ida y vuelta impresionante yo no podía creer que estuviera en una ruta en pelotas agachado y con un hombre atrás cociéndome como un perro y encima de todo esto yo lo disfrutaba a más no poder… lleno de pija profundamente lleno de verga… los autos pasaban esporádicamente por la calle y nos alumbraban, les aseguro que a mí no me importaba nada de nada que me vieran mientras a él en un momento pareció que le preocupaba un poco porque noté que se le perdió un poco la erección, y me pedía, sigamos dentro del auto sigamos adentro, yo no me imaginaba como podríamos hacer dentro, pero luego de tanto insistir le dije bueno, me la sacó y sentí un vacío colosal… No confiando del todo en que adentro la pasaríamos bien como la estaba pasando fuera, le dije una más… me puse sobre el capot del motor mucho, pero muchísimo más expuesto a él, boca a bajo y le pedí que me cogiera así, antes había sido mucho más erguidos, digamos, pero ahí yo estaba prácticamente acostado sobre el auto boca abajo y él desde atrás también parado, pero con mejor acceso a mi esfínter, ni les cuento como me la metió, ahora, yo estaba dilatado y bien lubricado, me entro de lujo la sentí muy dentro y a él también parece que le gustó porque se le endureció, no obstante y por estar más a la vista de los que pasaban él insistió en que entráramos al auto. Ya no me pude negar.

Le pregunté cómo quería que hiciéramos, yo seguía con los pantalones en los tobillos al igual que él, pero él con la verga morcillota y a mí ni se me había parado. Bueno el caso fue así: entré por la puerta del acompañante gateando reclinamos los dos asientos y yo quedé recostado sobre mi lado izquierdo, con mi culo hacia atrás de costado y hacia él, que entró y nos pusimos como cucharita… me comenzó a coger nuevamente un buen rato, pienso que él no estaba cómodo, yo tampoco. Se le perdió la erección, se sacó el forro, lo tiró afuera y seguimos acariciándonos las pijas, él me empezó a chupar de nuevo ahí se me volvió a parar, pero nunca totalmente, mi pija sabía que de ella no se necesitaría nada, pero cuando él me la mamaba era tan lindo y placentero que nuevamente tuve miedo de acabarle en la boca, se lo dije y él se retiró, diciéndome chupame la pija que yo te quiero acabar a vos en la boca, le dije no, te la voy a chupar bien hasta que se te pare bien dura y después quiero que me acabes dentro de mi culo (con forro claro está), pero quiero sentir un macho acabar dentro de mí.

Se la chupé bien un rato, cuando estuvo bien dura le coloqué otro condón, y yo creí que él me pediría que me siente sobre su verga, pero no fue así… y fíjense que buena posición encontramos dentro de un vw gol de tres puertas. Con los dos asientos reclinados por completo, yo apoyé una rodilla en cada uno mirando hacia la parte de atrás, lo más atrás posible y quedé como una perra, él se arrodilló detrás mío y de a poco me la comenzó a meter de nuevo, sentí dolor, le pedí que me escupiera el ojete y se pusiera saliva en su pija, así lo hizo y me volvió a penetrar, me estuvo cogiendo como 10 minutos más o menos un ritmo un poco más ligero y a veces menos, pero siempre bien profundo, en un momento y mientras me serruchaba a lo bestia, me di cuenta que sus huevos chocaban contra los míos y escuchaba los chaf, chaf, chaf de cómo su vientre chocaba contra mis nalgas y tomándome de las caderas me cogía como a una perra fue muy, pero muy bueno, a veces se incorporaba un poco más y yo sentía que su pija me llegaba hasta el estómago, de repente se salió, empezó a pajearse, no lo veía, pero no lo escuchaba, y cuando estaba cerca de acabar me volvió a penetrar profundamente, y digo profundamente porque además de sentirlo así y por no conocer mis profundidades… yo pasaba mis manos por debajo para apreciar a través de mi tacto, ya que no podía ver digo para apreciar como me entraba y salía su verga caliente dura húmeda y latente, era propiamente una barra de carne caliente… hasta que en un momento lo sentí entrar hasta donde nunca antes nadie había penetrado y presentí que estaba acabando dentro mío, percibía claramente como daba estertores su pija dentro que por esta vez lo privé de tanto semen que quedó dentro del condón… él se recostó sobre mi aún con su pija dentro de mí que le pedí que no se saliera un ratito hasta que se comenzó a aflojar la erección, se salió, sacó el forro lo tiró y con un suspiro y lánguidamente se bajó del auto, se paró al lado y se abrochó el cierre, yo también me bajé, me paré a su lado, le tomé la pija medio tumescente aún, se la acaricié le di las gracias, y le pedí ayuda para poder masturbarme, no se hizo rogar, se agachó me la empezó a chupar hasta que estuvo encaminada a la erección, y me ayudó a pajearme los dos mirando al frente recostados sobre el auto hasta que acabé fue rápido y muy bueno.

Nos subimos al auto luego de arreglarnos la ropa, le pagué, nuevamente se lo agradecí. Puse en marcha la máquina y partimos hacia la ciudad, lo dejé en una parada de ómnibus que él me pidió, nos despedimos y seguramente la próxima vez que nos encontremos será para meternos en un hotel y sin dudad ambos disfrutaremos muchísimo más el sexo.

Mis amigos espero les haya gustado el relato, fue hace muy pocos días totalmente cierto y ojalá mis pobres letras los hayan ayudado a imaginarse como fue realmente. Escríbanme.

Autor: OSRULE osrule (arroba) hotmail.com

Por rocio

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