Sexo con Carolina; puro vicio

Este es mi tercer relato. En él voy a contar una de las experiencias que he tenido con una «amiga» (luego pondré los antecedentes con ella) en la que creo que es una de las mejores veces, aunque la verdad con ella, siempre, siempre, todas las experiencias han sido muy muy gratificantes…

Empiezo como en mis otros dos relatos anteriores, describiéndome un poco.

Soy un chico de Madrid, mido 1.84, moreno, tengo los ojos verdes, ni delgado ni gordo, antes tenia los típicos cuadraditos pero a raíz de la universidad, el coche (con lo cual ya no cojo el metro y ando menos) y las cervecitas con los amigos los he perdido, pero me mantengo en forma ya que salgo a correr todos los días y juego en un equipo de futbol formado por los amigos de toda la vida, así que se puede decir que estoy atlético. Tengo 24 años, y estudio derecho en la Complutense. Se puede decir que soy un chico guapo, no soy un tío de estos que liga según entra en las discotecas, pero es cierto que somos un grupo de amigos bastante guapos y ligamos todos, pero a mí más que por mi cara, suelo ligar por la labia que tengo. Esta mal que yo lo diga, pero es la verdad, en 5 minutos con una chica se si quiere algo, sólo hablar por entretenerse en la noche madrileña o si quiere casarse conmigo.

La chica en cuestión con la que pasó esta historia se llama Carolina. La conocí a través de un amigo, Dario, que tenía una novia, y un día saliendo por la noche, de esto hace ya varios años, pues nos juntamos con sus amigas, y es ahí donde conocí a Carolina, una chica rubia, con los ojos verdes, pero no es el típico pivón despampanante con esa descripción, es bajita, no es gorda pero no es una chica delgada de estas que se ven ahora por las discotecas que son extremadamente delgadas, es una chica normal, se puede decir que algo rellenita. Tiene unas tetas enormes, naturales, y es súper pija, la típica que se arregla muchísimo y siempre va con su bolso de Tous, las pulseras, la ropa… la verdad que es una chica con estilo.

Pues esa noche fuimos a Élite, la discoteca que está en la estación de Chamartín, por aquel entonces era la que estaba de moda y es donde iban todos los pijos madrileños (entre ellos yo). Así que nada, entramos, nos presentaron a todas las amigas (algunos de mis amigos ya las conocían de otras veces, pero yo no se porqué, no) y nada, con esta chica es con la que más feeling tuve, estuvimos toda la noche hablando, pero no pasó nada porque por aquel entonces yo tenía novia, estaba perfecto con ella, y no la ponía los cuernos nunca (a pesar de que parezca que soy un cabronazo, esa chica me gustaba, y no buscaba nada más). Así que nada, no pasó nada, esta chica se lió con un par de amigos míos (no en la misma noche, claro está) pero nosotros seguíamos coincidiendo en las discotecas, y a mi novia no la dejaban salir por la noche, así que hablábamos pero sin que pasara nada. Luego ya mi novia empezó a venir y por raro que parezca, estas chicas se hicieron amigas y estaban siempre juntas.

Resumiendo un poco, Carolina le confesó a mi novia que yo le encantaba, pero que por la amistad que tenían después de un tiempo, ella nunca intentaría nada. El caso fue que mi novia y yo lo dejamos, y esta chica pues estaba siempre ahí, se cabreó con mi ex por movidas de chicas (como no) y estaba más pendiente de mi. Pero en la noche madrileña (para quien la conozca me entenderá) depende de la temporada cambias de discotecas, así que yo por aquel entonces iba a Kapital y Chesterfield (en Serrano Jover). Me lié con esta chica en varias ocasiones, siendo todas ellas experiencias increíbles como he dicho un poco más arriba, pero la historia que vengo a relatar ha sido sin duda una de las mejores.

Todo comenzó en el puente del año pasado de diciembre (2008), en el que el día 8 lunes era fiesta. Mis padres se habían ido ese mismo viernes a una finca que tenemos fuera de Madrid, y mi hermano cogia esa tarde-noche un avión con destino Toulouse (Francia). Así que yo me quedaba solo el fin de semana. No tenia grandes planes en cuanto a sexo, no me suelo quejar pero sinceramente yo no salgo con miras de follar todos los días, porque si lo haces y no lo consigues me sienta fatal, así que yo salgo a pasármelo bien con mis amigos, a disfrutar de la noche, a beber y reírme. De hecho alguna vez he descartado el liarme con alguna tía en una discoteca, porque para irme a un rincón y darme cuatro besos y tres magreos, prefiero estar con mis amigos riéndome, que por aquel entonces llevábamos una temporada bastante sembrados y no parábamos de reírnos. Así que aquella noche transcurrió como muchas otras, botellón en la calle (con un frío que pelaba) y nada, creo recordar que fuimos a Nells (en López de Hoyos) y después, en lugar de ir a Pachá, nos dio por ir a La Sal (en Guzmán el Bueno) porque éramos pocos ya que ese puente alguno se había largado por ahí, y como pilla cerca de casa (todos mis amigos viven por esa zona, yo un poco más lejos, como a diez minutos en coche) pues ahí que nos dirigimos. El gerente es muy amigo mio, es el antiguo jefe se seguridad de Chester, y yo me llevo muy bien con él, además el director de la sala también es amigo mio ya que trabajamos juntos de relaciones años atrás en Chesterfield y en alguna que otra discoteca, así que era como estar en familia. Llegamos y como siempre, sin problemas para entrar, y después de los pertinentes saludos, como éramos 6, me entregaron doce copas para que nos lo pasáramos bien. Así que al entrar, nos fuimos al piso de abajo y ahí estuvimos bebiendo y riendo sin parar. Como las copas «sólo» valen 7 euros (acostumbrado a pagar bastante más en otros sitios a los que voy) me tomé alguna que otra más, ya pagando por no querer abusar de la confianza de mis dos amigos de la discoteca. Tuvimos ocasión de ligar, ya que, aunque hacía bastante que no veía ese método, a un amigo mio y a mí se nos acercó una chica diciendo que le habíamos gustado a su amiga y que si queríamos con ella, pero la verdad que pasábamos, no era especialmente guapa y nos lo estábamos pasando muy bien juntos, así que… ¿para qué? Seguimos un rato más hasta que decidimos subir a la planta de arriba, y ante mi sorpresa estaba Carolina con su grupo de amigos. Me acerqué, la saludé, hablé dos minutos con ella y me volví con mis amigos, diciéndola que luego me acercaría de nuevo a hablar con ella.

Aquí voy a introducir un pequeño inciso, que aunque suene fatal, es la verdad. Esta chica y yo mantenemos una relación sólo de sexo. Me explico: hablo con ella por el Messenger, nos preguntamos que tal, como va todo… pero en el fondo sólo nos llamamos por la noche, y para follar, es lo que se denomina «follamigos», que cuando en una noche estás caliente, antes de irte a casa llamas, y si esta por la zona que estas tú, quedas, vamos con los coches a algún lado, follamos y luego cada uno a su casa. Nos llevamos bien, tenemos una relación cordial, pero básicamente es eso, no puede ser más por si lo estropeamos todos, y ninguno de los dos queremos.

Volviendo a la historia en sí, mis amigos y yo seguimos ahí, bebiendo (ya ibamos bastante tocados) y bailando. A las 5 y pico decidimos irnos, así que me acerqué a despedirme de Carolina, la dije que me iba, y me dijo que ella también, que ya era tarde, que quedaba mucho puente por delante y que quería descansar. Así que nos despedimos y yo salí de la discoteca. Tenía el coche aparcado en la puerta (suelo ir en coche siempre hasta donde viven mis amigos, salgo toda la noche en taxi y cojo el coche luego para volver a casa) así que justo más o menos lo tenia en la puerta, y como hacia frío, llevé a 2 amigos a sus casas, que viven a escasas 3 manzanas. Al dejarles llamé a Carolina, me dijo que estaba saliendo, y la dije que si le apetecía estar un rato juntos. Me dijo que sí, que donde quedábamos. Pensaba decirla donde siempre, pero recordé que estaba solo en casa, así que la dije que pasaba por ahí, y que me siguiera con su coche. Eso hice, volví a pasar por la discoteca, la hice señas y me siguió. Ella pensaba que íbamos a ir a algún sitio común, como toda la vida, pero no, la fui dirigiendo hacia mi casa (nunca había venido). Al entrar en mi urbanización, y aparcar delante de la puerta de mi casa, se quedó sorprendida. Al bajar la dije que si no la importaba, estaba solo en casa, que si lo prefería a estar en un coche, a lo que su respuesta obviamente fue afirmativa, que prefería aquí.

Entramos, desconecté la alarma y nos fuimos a la cocina. La dije que si quería desayunar, tomar algo y nada, así que nos subimos directamente a mi cuarto. Entramos, y nos empezamos a liar, primero suave, con besos, caricias, todo esto de pie, y en cuanto nos tumbamos en la cama, nos fuimos desnudando poco a poco. Tengo que decir, que ella no se, pero yo cuando cerraba los ojos todo me daba vueltas, llevaba una encima tremenda, pero estaba bien caliente, así que adelante. Nos empezamos a desnudar, ella llevaba un vestido, con medias oscuras y zapatos de tacón, y yo zapatos, vaqueros, camisa y jersey. Lo primero que salió por los aires fue los zapatos, como no, después yo la metí la mano por debajo del vestido, subiendo hasta sus tetas, que son enormes, tiene que tener una 95 o una 100 naturales. Después de eso la estuve tocando la tripa, y bajé la mano hasta su culo, agarrandolo con mucha fuerza, hasta casi hacerla daño, después pasé de pasada la mano por su coñito, dejando los dedos y apretando fuerte, para que los sintiera, subiendo la mano de nuevo hasta su tripa. Ella hacia lo propio con sus manos, la encanta tocarme la cara, tirarme del pelo, y acariciar mi espalda con sus uñas, bastante largas por cierto) hasta acabar tocándome el culo, y acariciándome la polla por encima de los vaqueros.

La quité el vestido, y acto seguida la desabroché el sujetador. Tengo que decir que había encendido la luz de la mesa de estudio, que se puede regular y la tenia puesta con luz muy tenue, así que pude apreciar de nuevo esas inmensas tetas, eso sí, con unos pezones enanísimos. Son los mas pequeños que he visto en mi vida, como una lenteja, un puntito, pero muy apetecibles. Me lancé a comerle las tetas mientras ella me desabrochaba el pantalón y dejaba al aire mi polla, que tenia la punta mojada, y que se puso a tocar despacito. Yo seguía devorando sus tetas, me encantan, tienen un sabor divino, mientras se las agarraba, pasaba mi boca de una a otra, mordiéndole el pezón, que se que la vuelve loca, por los gemidos que va emitiendo. Ella me quitó rápidamente el jersey y la camisa, se situó encima mio, y recorrió con su cara desde mi cuello, pasando por todo mi torso, mordiéndome el pecho, los abdominales… hasta llegar a mi polla, la cual, al estar todavía con los vaqueros, solo asomaba por encima de éstos la punta y poco más, pero al llegar ahí, como suele hacer, me miró a la cara y empezó a jugar con su lengua sobre mi punta. Me encanta como lo hace, creo que es de las mejores mamadoras que hay, con su lengua iba pasándola por toda la punta, subiendo y viendo el hilito que se quedaba de mi liquido preseminal con sus labios. Acto seguido, me bajó y quitó los pantalones y los caloncillos a la vez, tirándolos al suelo y volviendo a su anterior posición, metiéndose esta vez un poco más de polla en la boca, casi hasta la mitad, y jugando con ella. Me miró, se incorporó, se hizo una coleta, y volviendo a bajar, justo antes de sacar la lengua y rozarla con mi punta, me miré de nuevo, y me empezó a hacer una mamada. Como he dicho antes, esta chica la mama de vicio, yo creo que le encanta tener una polla en la boca, disfruta muchísimo chupándola, lo sé porque siempre que puede baja, y puede estar veinte minutos o media hora chupando y no se cansa. Así que al rato de estar subiendo y bajando, y a la vez estar con la mano también meneándomela, la cogí, la subí, la besé salvajemente y la tumbé, poniéndome esta vez yo arriba. La volví a besar, a comerle el cuello, las orejas, que se que la excita mogollón, y empezó a gemir de nuevo, sé que la encanta y cuando quiero ponerla a mil siempre se lo hago, así que esta vez no iba a ser menos, y luego fui bajando por sus tetas, comiéndomelas de nuevo, hasta llegar a sus medias. Se las quité, las tiré al suelo, e hice lo propio con el tanga que llevaba, negro, muy simple. En cuanto se lo quité pude ver de nuevo ese coño tan rico que tiene, sin un solo pelo, depilado con cera, suavísimo. Tiene los labios gorditos, pero no muy abultados. Me tumbé encima suya y la empecé a tocar mientras ella me hacia una paja. Con las chicas siempre suelo llevar el mismo juego, primero pasar los dedos por encima, que por cierto estaba empapadísima, así que empecé a jugar con su clítoris, pero esto se que la excita sobremanera, y siempre me retira la mano al poco, así que empecé a meterla un dedo poco a poco. Fue metérselo, y empezar a gemir, con una respiración acelerada, así que sabia que le venia el primero rápidamente. He de comentar que esta chica es multiorgásmica, ella nunca me lo ha dicho, pero es capaz de correrse muchísimas veces en una noche, enlazando una con otra como ya me pasó en otra ocasión, que se corrió 3 veces seguidas en el mismo polvo, sin parar. Así que, aún siendo mis movimientos con mi dedo bastante lentos, se lo metía hasta el fondo, lo pasaba por sus paredes, lo sacaba, y lo volvía a meter, ella seguía aumentando su respiración, así que la metí el segundo dedo, y ya ante esa situación no pudo más. Sabía que se corría, así que ella aceleró mi paja, pero yo aceleré bastante más el ritmo de mis dedos. Los metía y sacaba rápido, pero pasándolos bien por sus paredes, así que empezó a gemir, a decir «ya, ya, ya» hasta que se corrió. Su respiración se fue normalizando poco a poco, pero me había dejado los dedos empapados, así que hice una cosa que me encanta, que es sacarlos del coño de una mujer, y dárselos a probar. Ella me miró, pero ante tal orgasmo no se podía negar, así que abriendo la boca, los chupó, muy despacio, metiéndoselos en la boca lentamente, sorbiendo su propio jugo, apretándomelos para dejarlos bien limpios. Después de esto me besó, jugamos con nuestras lenguas un rato, y se posicionó de nuevo encima mio. Hizo la misma operación que antes, me besó cuello, orejas, cuello de nuevo, pecho, abdominales y bajó de nuevo a mi polla, metiéndosela en la boca, pero yo quería follarla, quería penetrarla bien fuerte, así que la giré, la puse abajo y me situé encima suyo, e hice una cosa que nunca la había hecho, comerle el coño. Aunque parezca raro después de tantos encuentros sexuales que hemos mantenido, nunca había bajado. Ella siempre lo hacia, de hecho lo normal es que me corriera en su boca, pero yo nunca, así que se lo merecía. Bajé, y empecé a pasar mi lengua por sus labios, despacio, hasta llegar a su clítoris. Estaba empapada, pero tenía un sabor bastante bueno, no era muy denso, así que seguí con mi labor. Primero chupaba alrededor de los labios, dando círculos, hasta pasar de golpe mi lengua por su rajita, y subir hasta el clítoris, que me metía en la boca. Succionaba, dándola pequeños espasmos. Ví que volvía a gemir, esta vez un poco más alto, con una respiración bastante acelerada, así que seguí mordiendo y besando su cosita, succionándola, y bajé a su agujerito, metiendo la lengua hasta lo más profundo que podía, una y otra vez, lo más rápido posible. Ella estaba a punto de correrse, así que me incorporé, y poniéndome en la postura del misionero, se la clavé. La verdad q no costó nada que entrara, hice lo que siempre hago, una vez que está metida, empujo bien fuerte hasta adentro, para que la sienta del todo. Noté que estaba muy acelerada, así que empecé directamente con unas embestidas más rápidas de lo normal al empezar un polvo, pero entre sus grititos, su respiración, y el alcohol, no estaba como para detenerme en que fuera bonito y durara. Al poco de estar ahí, en esa posición, noté que apretaba su vagina a más no poder, aprisionándome la polla, así que se corría, aceleré mis embestidas, con un buen ritmo, hasta que comenzó a gritar, siempre suele decir ah, ah, ah, y esta vez no fue menos, pero quizá sí de las veces más altas que la he escuchado. Se corrió como una salvaje, porque noté como mi cola se inundaba, y al sacar la polla, estaba mojada. Como sé que es multiorgásmica (o eso creo) me puse a su lado, la metí 2 dedos, y empecé a moverlos como si me fuera la vida en ello. Lo más rápido que puedo hacerlo, se que la encanta, y que en menos de un minuto se vuelve a correr. Y así fue, me dijo que no, que no lo hiciera, pero yo se que lo estaba deseando, así que como un loco moví los dedos, a la máxima velocidad que podía, hasta que en menos de un minuto se corrió de nuevo, esta vez con gritos muy altos, con una respiración muy muy acelerada, y corriéndose como una loca. Mientras la masturbaba, empezaron a salir sus jugos, con chorros bastante potentes para ser una chica, y poniendo mis sabanas perdidas, fue como si me hubieses explotado un globo de agua en la mano.

Después de esto se cayó rendida, apoyó la cabeza en la almohada y se puso a respirar, pero como la conozco, la dije que se pusiera de espaldas, y ante su advertencia de «por el culo no» la dije que tranquila. La levanté el culo, quedando su cabeza apoyada en la almohada, la abrí las piernas y le metí mi polla por su coño. Empecé con un bombeo suave, empujando hasta el final, clavándosela, y sacándola del todo, cogía mi polla con la mano y pasaba la punta por su agujero, y la frotaba por ahí, la metía y la sacaba del todo, sé que la encanta, por eso lo hacía. En un momento ya la metí del todo, y empecé a bombear a un ritmo normal, aumentándolo poco a poco. en esta postura, como no pueden verte, puedes poner cara de estar haciendo el máximo esfuerzo que no pasa nada, así que la cogí las manos, y se las sujeté en la espalda, para que tuviera la cabeza bien hundida contra la almohada, mientras que su culo estuviera bien arriba. Empecé a acelerar mis embestidas, echando mi espalda sobre la suya, y sobando sus tetas como podía. Me incorporé de nuevo, e intenté meterla un dedo por el culo, pero es algo que nunca me ha dejado, nunca ha querido probar por atrás, ni un dedo ni nada más, pero yo lo intenté. Me dijo que no, que se de sobra que eso no, pero al ir pronunciando esas palabras, noté que empezaba a jadear de nuevo, así que me ensalivé el dedo, dejé caer saliva sobre su culo, y empecé a jugar, mientras bombeaba, con mi dedo, sin introducirlo. No me decía nada, así que yo seguía con mi idea de borracho fija en la cabeza, cuando noté que volvía a acelerar su respiración, la metí un poquito el dedo. Muy poco, solo la punta, y seguí bombeando, intentaba que entrara más pero quería hacerlo despacio, no quería hacerla daño, y mucho menos que se enfadara. Así que al oir su respiración, sus jadeos, y aumentar más mi velocidad, fui metiendo poco a poco el dedo, hasta que entró entero. Sabía que se corría, volvía a apretar su coño con todas sus fuerzas, así que me puse a bombear como si me fuera la vida en ello, poniendo toda la potencia que podía tener en ese momento a su disposición. A la vez fui moviendo el dedo, de forma circular, también un pelín rápido. Hasta que al poco tiempo, se corrió, esta vez gritando mucho más que la anterior, dando auténticos gritos de placer. Yo fui bajando el ritmo de mis embestidas, pero notaba que me quedaba poco para correrme, así que una vez que se hubo recuperado, la tumbé, la puse mirándome a mí, y cogiendo sus piernas, las levanté, hasta apoyarlas en mis hombros y empecé a penetrarla de nuevo. Empecé a bombear, y ante mi inminente corrida, aceleré el ritmo. La volví a oir gemir, pero sabia que no la daba tiempo a correrse porque yo estaba al limite, así que en cuanto noté que me iba a ir, la saqué, y me corrí encima de su vientre, con algún chorro que cayó, sin querer, sobre sus tetas. Me caí rendido a su lado, no podía mas, siempre después de una corrida con una gran borrachera encima te quedas destrozado, así que no iba a ser menos.

Me dio un beso, en la boca, y nos pusimos a hablar un poco. Yo sé que odia que me corra en su cuerpo, siempre quiere en la boca, dice que en otro lado es de guarra, pero en la boca se lo traga y ya está. Yo creo que le encanta el sabor del semen, por eso siempre quiere tragar. Así que la dije que sentía haberme corrido ahí, pero que no podía más, no me daba tiempo a avisarla y que lo había hecho en su tripa, no en sus tetas (aunque un chorro si como me dijo luego) ni en la cara. Me dijo que no pasaba nada, porque sabia que había sido sin querer, que un chorro la había caído en las tetas pero que no pasaba nada, que mejor ahí que en otro lado y por supuesto mucho mejor que dentro, ya que no tomamos ninguna precaución. Me dijo que no la gustaba lo del culo, que ya lo sabía. Me excusé en la borrachera y en que estaba caliente, y me dijo que no la había disgustado, que de hecho había notado algo, pero que eso no la gustaba. La dije que no lo repetiría nunca si ella no quería, y así ha sido hasta la fecha.

Me levanté, bajé a la cocina a por una botella de agua, pasé por el baño, la llevé una toallita húmeda para que se limpiara la corrida, pero ante mi sorpresa cuando llegué, no tenía corrida, se la había restregado por el vientre, y aunque ésto es solo una suposición, tengo la certeza de que se metió en la boca lo que pudo recoger con los dedos. La conozco, y estoy seguro de que lo hizo, la encanta el semen.

Nos dormimos enseguida, ella en el lado de la pared y yo en el de fuera. Con el pedo que llevábamos los dos, y después del esfuerzo que habíamos hecho, era lógico caer rendidos.

Por la mañana, y aunque suene a tópico, me desperté de la mejor manera que existe. Abrí los ojos, y me la encontré ya despierta, chupándome la polla. Me encanta, es que no hay palabras para describir ese momento. Despertarte, abrir los ojos y ver a una chica guapa, con la que te llevas debuti, mamándote la polla, es de las mejores sensaciones. Así que nada, ya estaba la cosa dura, y lista para funcionar. Ella, mientras me chupaba la polla, estaba de rodillas, y con una mano me pajeaba, y con la otra se estaba tocando su coñito, se estaba masturbando. Así que en cuanto la ví, quito la mano, sé que le da vergüenza eso, porque ya lo hemos hablado muchas veces, así que se tiró encima mia, me dio un beso, la dije que buenos días, y que siguiera, que no quería interrumpirla.

Siguió con la mamada, chupándome la polla con deleite, jugando con su boca por mi capullo, pasando la lengua, y metiéndosela hasta la mitad. Lo que no siguió fue jugando con sus dedos en su coño, así que poniéndola de lado, mientras seguía con su labor, yo la empecé a tocar el coño, que por cierto ya estaba bastante mojado, me había dejado el trabajo hecho. Jugué un poco con su clítoris, pero como se pone nerviosa y la medio molesta, lo dejé, y metí dos dedos directamente en su coño. Jugué con ellos dentro, sin sacarlos, a tocar todas las paredes, a moverlos arriba y abajo y luego ya procedí a lo que la encanta, a meterlos y sacarlos. Noté enseguida que apretaba su coño. ¿Se iba a correr? ¿Ya? Esta chica es increíble pensé, lo que tiene que disfrutar. Aceleré mis movimientos, y ella seguía chupando. De repente se corrió, lo note por sus convulsiones, su respiración, pero en ningún momento se saco la polla de la boca, que siguió succionando, mamando como ella sola sabe. Al terminar, hizo otra de las cosas que mas me gustan, teniendo mi polla en la boca, cogió su mano, me la hizo quitar de su coño, como diciendo «ahora prepárate» y empezó una mamada increíble, la mejor que me han hecho hasta la fecha, metiéndose, por primera vez en m vida, toda la polla en la boca, ¡¡entera!! (sólo me lo ha hecho una vez más, en el coche) no me lo podía creer, la verdad que cuando se la metía entera me dolía, pero es de este dolor que en cuanto desaparece, porque salía, quería volver a sentirlo. Y así me hizo una mamada antológica, metiéndose la polla entera, la costaba, pero era capaz de bajar, tocar con su nariz mi pubis depilado, y volver a subir, cogiendo poco a poco bastante velocidad. Estuvo así un rato, no sabría decir cuanto, pero fue algo espectacular, ver su cabeza, subiendo por mi polla, viéndola entera y de repente verla desaparecer dentro de ella me puso muy caliente, así que la dije que parara, que la quería follar viva. Pero sacándosela de la boca me dijo:

– Tu ayer ya hiciste un gran esfuerzo, ahora me toca a mí.

Se puso sobre mí, y empezó a cabalgarme, de manera muy lenta, clavándose la polla hasta el fondo, y primero lo propiamente dicho, como si estuviera cabalgando, y yo tumbado mirándola a la cara, esos ojos verdes-azulados que tiene que se te clavan, esa cara de vicio que pone… empezó a votar lentamente, con sus manos apoyadas en mis piernas, subir y bajar, con su vista clavada en mí, a la vez que aumentaba su ritmo, sus magnificas tetas no paraban de votar, así que no aguanté más y me lancé a devorarlas, a comerlas. Estuvimos un rato, hasta que se quitó, y pensando que me iba a poner yo ahora arriba, o a lo perrito, al intentar incorporarme me empujó, como queriendo mandar ella en la situación, y volviendo a bajar a chuparme la polla. Es que la encanta, le encanta meterla en la boca, sentirla ahí, así que yo la dejé hacer. Esta vez no se la metió del todo, estuvo un rato subiendo y bajando, hasta que repitió la misma situación que antes, se levantó, y se subió encima mia de nuevo, a cabalgarme. Me encanta el movimiento de sus tetas, es que las tiene enormes, yo no podía más, quería darla fuerte, quería ser yo el que empujara, pero una vez más, tomando ella las riendas de la situación, me volvió a empujar para que quedara tumbado, y ahora sí, me volvió a chupar la polla como antes, metiéndosela entera en la boca.

Ya lo he dicho mil veces, pero se que la encanta tener una polla en la boca por lo que pasó a continuación. Simplemente con el hecho de estar chupándola, se corrió. Había vuelto a bajar, y se la estaba metiendo a un ritmo increíble, seguía haciéndome daño pero me encanta, hasta el fondo, desaparecía delante mia. Yo pensaba que había estado a punto de correrse antes, y por eso tenia tantas ganas de chuparla, pero de repente, mientras estaba en ello, noté que su respiración se agitaba. Yo pensaba que era de no sacarla de la boca, pero no, empezó a subir y bajar mas rápido, y noté como le daban pequeños espasmos, por sus piernas, hasta que no pudo más y dejó de chuparme la polla…se quedó con ella metida hasta la mitad, con los ojos cerrados, ya no me miraba, respirando pausadamente, como recuperando la compostura, y es cuando vi una de las cosas que mas me apasionan de las mujeres, sin haberla tocado, simplemente por el hecho de estar chupando una polla, mi polla, vi como por sus muslos resbalaba una gota, que estaba saliendo de su coño, y que era de su propio jugo. Es una imagen increíble. Ver como se había corrido, y como encima ella sola estaba mojando me puso a mil, esa gotita verla resbalar por su muslo hizo encenderme a más no poder, así que ahora sí, ahora no mandaba ella ni nada, la cogí, la puse a lo perrito, y la penetré con todas mis ganas, metiéndosela de una sola vez hasta el final, y empujando mi pelvis lo mas que podía para que la sintiera bien adentro. Ella emitió un gemido, un «ahh» y al empezar a empujar, noté como contraria de nuevo su coño, aprisionando mi polla, y respirando fuerte y gimiendo, ¡¡se corría de nuevo!! Aceleré lo más que pude, porque yo también notaba que me corría, pero sabia que me daba tiempo, o eso creía yo, a que se corriera ella primero. Aceleré mis embestidas, estaba con las manos apoyadas en la cama, y se las quité de golpe, dejando caer su cara contra la almohada, y poniendo sus manos en la espalda como la noche anterior. Así no podía ver el movimiento de sus tetas, pero me daba igual, la agarré de la cintura, imprimí el ritmo que mejor pude, y dio resultado en 10 segundos, se empezó a correr como una loca, con un «ahhh» tremendo, pero yo me iba a correr, y se lo dije, que me corría, así que como si le fuese la vida en ello, se dio la vuelta, y me dijo:

– No, córrete en mi boca (no estaba dispuesta a dejar perder otra corrida).

Y así lo hice, rápidamente se puso boca arriba, sentada en la cama, y se metió mi polla en la boca, y empezó una mamada muy rápida, metiéndosela sólo hasta la mitad, pero pajeándome con la otra, y me corrí. Solté una corrida espectacular, me dieron unos espasmos tremendos, y noté que salían una cantidad de chorros muy abundantes, y mientras ella, me miraba a los ojos, iba recibiendo todas mis descargas en el interior de su boca. El terminar, y coger un poco de aire, ella se apartó, me miró (sabe que me encanta) y se lo tragó. Hizo el típico movimiento de garganta, y todo para dentro. Pero me cogió la polla con la mano, y se la volvió a meter en la boca, esta vez exprimiéndomela para dejarla bien limpia. Cuando terminó, nos tumbamos en la cama, cogí la botella de agua de la noche anterior y bebimos un poco. estábamos extasiados. Comentamos un poco la jugada, la dije:

– Me encanta que me despiertes así.

Ella se limitó a sonreír, como dándole vergüenza, y la dije:

– Por cierto, es la primera vez que te la metes entera en la boca, y nunca antes me lo habían hecho, me ha encantado.

Ella contestó:

– Ya, pero es que tenía ganas de intentarlo, y he forzado pero ha entrado. Pensaba que me iban a dar ganas de vomitar pero no, ha entrado y me ha encantado.

– ¿¿Y eso de correrte chupándome la polla??

– ¡Ay! ¡¡No digas eso!! (Es muy pija como he dicho, y odia hablar de esa manera, yo siempre se lo digo para picar, pero una vez que hemos terminado el sexo, vuelve a ser la chica fina de siempre)

– Joder, reconoce que te has corrido chupándomela.

– Ay pues sí pero es que cuando he parado de follar, estaba a punto, y supongo que al poco de empezar a hacerte «eso» pues no he podido más y he «acabado»

– Ummm ok, si me parece bien. Oye ¿¿y ha salido mucho??

– ¡¡A ti que más te da!!

– Joder por curiosidad… yo creo que si porque he notado unos chorros enormes.

– Pues sí, ha salido mucho, pero no pasa nada, sabes que me gusta que acabes ahí, en otro lado no, pero ahí no me importa.

– ¿Te gusta mi semen eh??

– ¡Ay! ¡¡No seas cerdo!! Y diciéndome esto me soltó un puñetazo en mi pecho, que sirvió para que me girara sobre ella, y medio haciéndola cosquillas, nos besáramos, y la dijera que es increíble, que me encanta estar con ella.

Nos volvimos a tumbar, ella se recostó sobre mi pecho, y mientras yo la acariciaba el pelo, suspiró. No me quiso decir nada, pero sé lo que me quiere decir, siempre la pasa lo mismo, cuando acabamos siempre estamos igual. Sé que me quiere decir «podríamos disfrutar de esto, juntos, todos los días» pero nunca lo dice, porque los dos sabemos que es completamente imposible, no estamos hechos el uno para el otro, a mí me gusta disfrutar de la vida, salir, divertirme, y a ella también, así que mejor mantener esta relación, a intentar estar juntos, no conseguirlo y perder esta «amistad» y ese buen rollito que tenemos, ya no solo refiriéndome al tema del sexo, sino realmente nos llevamos bien, sino mantenemos más relación es porque sabemos que nos podemos hacer daño, nos echaríamos cosas en cara del pasado y mejor dejarlo así. Yo quiero que todo le vaya bien en la vida y… esperemos que sea así.

Después de estar un rato tumbados, la dije que si se quería duchar o algo, y me dijo que gracias pero que no, que se tenía que ir corriendo a casa, que era tarde y que había quedado para comer con sus tios y tenia que arreglarse en casa, y con lo pija que es, sé que tarda más de una hora entre que se arregla y todo. Se vistió, yo me puse los calzconcillos, y bajé hasta la puerta para despedirme.

Ha habido mas encuentros con Carolina, bastantes más antes y algunos menos después, pero siempre disfruto muchísimo con esta chica, es realmente apasionante, y su forma de correrse, de manera seguida en varias ocasiones, su forma de chuparme la polla, de tenerla dentro, de disfrutar haciéndolo, me encanta. Ya relataré mas historias con ella.

Notas del autor.

Es mi tercer relato, es 100% verídico punto por punto, no he dejado nada a la imaginación. Siento si no esta bien redactado, o si faltan detalles o sobran, pero es el tercero y aunque voy cogiendo un pelín de soltura, es difícil redactarlo, he intentado hacerlo lo mejor posible.

Para cualquier aclaración, darme las gracias, decirme que no vuelva a escribir en la vida, o simplemente si os ha gustado o no, escribirme a [email protected]

Por rocio

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