Un gay muy insistente

Era un día de oficina común y corriente, llevaba solo 15 días trabajando en esa empresa y aun no conocía a todos los empleados, eran oficinas bastante grandes. Recibí un mensaje instantáneo en la intranet de la empresa, el nombre de usuario era genérico “empleado 78” y decía, “Hola, eres nuevo verdad?”

Le respondí que si, me pregunto mi nombre, se lo di, y le pregunte el suyo, no me lo quiso dar, “Me da pena decírtelo”, yo le pregunte porque, me respondió, “es que me pareces muy bien parecido”, “Muchas gracias” yo le respondí! e insistí con su nombre pero sin resultado.

Todas nuestras platicas solían ser cortas y siempre incluían piropos hacia mi o hacia mi cuerpo. Las cosas iban subiendo de tono poco a poco y yo moría de ganas de saber quien era, siempre buscaba yo cruzar miradas con las chicas del trabajo para buscar algún tipo de reacción o sonrisa nerviosa, pero nunca logre descifrar quien era.

Después empezamos a intercambiar mails, y la pena se quedo atrás y ya hablábamos de sexualidad sin tapujos, empezó a enviarme relatos eróticos por las noches que me ponían a mil, debo reconocer que me masturbe mas de una vez antes de dormir pensando en los relatos y en ella; yo también le enviaba relatos.

De hecho se lo comente sin pena, ella también me comento que lo hacia pensando en mi, después me empezó a mandarme los relatos a la hora de oficina, y vaya que me metía en problemas tratando de ocultar mi erección en el trabajo, se lo comente y parecía encantarle causar esos problemas en mi. Me decía, “ve al baño y masturbate” y casi me convence, por mas cachondo que este nunca me he masturbado en el trabajo, solo he tenido sexo.

Le dije “Y si mejor vamos a la bodega y me masturbas tu?” ella aunque dijo que le encantaría chupármela y tragarse mi semen, dijo que no lo haría.

Yo ya empezaba a desesperarme por no saber quien era, aunque no quería que terminara ese divertido juego de calentarnos, asi que no la presionaba mucho, pero si le pedía que nos conociéramos.

Entonces me envió un relato erótico de gays, por morboso lo leí completo, le comente “ahora si me sorprendiste con ese relato!” (yo tengo amigas que los gays les excitan mucho por lo que no me extraño del todo), ella me dijo “te gusto? estas duro?” no sabia que responderle, le fui sincero, “la verdad la descripción de como el se la chupa si me excito” y ella me contesto, “pues justo asi te la voy a chupar”, que hizo a mi pene terminar por pararse.

Le pregunte “a ti te excitan los relatos gays?” me respondió “no sabes cuanto, son los que mas me gustan” yo respondí “y eso por que si se puede saber”, pasaron varios minutos de silencio, por lo que insistí “estas ahí? respondeme!” mas silencio y después un,

– “quizás si te respondo me dejes de hablar”
– no porque? soy de mente abierta, ademas ya me encariñe contigo, somos amigos antes que nada
– estas seguro que diga lo que te diga seguiremos hablando?
– si claro, nada me espanta, te lo prometo
– ok ahi va
– venga!
– soy hombre y no mujer como tu has creído
– que? estas bromeando no?
– te dejare un tiempo para que lo pienses ok? nos vemos después
– ok bye

No se como explicarlo, mi mente se sintió enormemente confundida, estaba enojado, después rei, después dije no puede ser posible, tantas veces pensando que era mujer y fantaseando y ahora me entero que es hombre! Ese día ya no hablamos y me fui a casa muy confundido. Al dia siguiente tampoco hablamos, y al final del dia algo me sorprendió aun mas, lo extrañaba, o la extrañaba no lo se! quizás solo extrañaba a aquella imagen que tenia en mi mente, pero lo que si es que aquella noche quería mandarle un mail y saludarlo(a).

Lo pensé y lo pensé, a final de cuentas se lo había prometido, yo no soy homofobico, mis cantantes favoritos son gays, no debería ser hipócrita e intentar tener mi primer amigo gay. No creo que sea tan difícil o si?

Así que esa noche le envie un mail, muy corto, solo supe decir, “Hola que tal, perdón por no haberte hablado este par de días, que pases linda noche”
Justo después de mandarlo me di cuenta “linda noche” ? linda noche a un hombre? que diablos fue eso? Creo que aun sigo viéndola como mujer.

Tenia miedo de recibir su respuesta, pero aun así la esperaba, el me contesto, “Hola que bueno que me seguirás hablando, he estado muy triste, que tengas una linda noche tu también”.

Varios días después nuestras conversaciones eran cortas y ya no incluían nada de sexo, cosa que agradecí, pensé que ya solo seriamos unos amigos hombres normales sin tocar de nuevo lo que habíamos hecho y hablado.

La siguiente semana el me pregunto, y ya no vamos a intercambiar relatos? quieres que te envié uno, yo le conteste, “si porque no, nada mas no me envías de gays, solo hetero” (no seria mi único amigo con el que intercambiara porno o relatos, aunque aun así se sentía raro. El me respondió, “si ya lo se, solo te enviare de esos”, “y tu solo envíame relatos gays”, a lo que yo respondí
– “jajaja pero como sabre si son buenos, no pienso leerlos”
– el otro bien que lo leiste…
– si bueno, pero ya no pasara de nuevo
– ok entiendo, pero si puedes si mándame alguno ok?
– ok aunque sea al azar

Seguía enviándome estos increíbles relatos, que me excitaban mucho, comenzó a agregar al final de ellos un “espero estés muy erecto y masturbándote delicioso”.

Un día en el elevador, llego este chico, me saludo, me dio la mano y me dijo, Hola recibiste el mail que te envíe ayer ya tarde? yo enmudecí, no supe que contestar, me paralice, el solo sonreía disimuladamente y salio del elevador sin recibir respuesta mía, en el mismo piso que yo.

Me sentí muy tonto, realmente no habría razón para ponerme nervioso, pero a fin y al cabo lo bueno es que ya sabia quien era, no tomare tiempo en describirlo pues no soy gay, asi que solo diré que era joven, atlético y agradable a la vista.

Total que ahora ya nos saludábamos cada que nos veíamos en el trabajo, y llegamos a salir entre varios del trabajo a tomar algún cafe, una cerveza, ir al billar o al cine, como dos amigos heterosexuales, inclusive aveces se nos unían alguna chica del trabajo.

El me pregunto una vez que porque en lugar de estarme masturbando en las noches no tenia una chica, yo le respondía que actualmente no tenia esa chica, pero que esperaría encontrarla pronto, el solo me dijo, “si se te antoja una buena mamada, ya sabes que yo te daré la mejor de tu vida”, ya en ese entonces eso no me molestaba sino que me daba risa, me reía y le mentaba la madre y tan amigos como siempre, se podría decir que era nuestro chiste, el de la nada de repente me decía, “y hasta me comería tus mecos”, sabia que eso me hacia reir, un día inclusive paro el elevador del trabajo y me dijo, “aquí mismo te puedo hacer venir”, yo tan caliente como soy, no crean que no sentía nada, la verdad es que si me hacia falta una buena mamada, y pensé “una boca es una boca, de mujer o de hombre se siente igual”.

Un día, después de una noche de tragos terminamos en su departamento, yo solo quería dormir, así que me recosté en su sillón y cerré los ojos, de repente oi como el se hincaba en el suelo y empezó a desabotonarme el pantalón, al darse cuenta que lo vi me dijo “anda, no seas malo déjame verlo al menos”, yo la verdad no tenia ganas ni de discutirle, asi que cerré los ojos, la verdad no lo creía capaz de hacerlo, pensé que bromeaba y cuando volví a abrirlos ya mi miembro estaba fuera y en su mano, le quite la mano de encima y le dije que me dejara dormir, el quito su mano y solo veía mi pene, y después dijo “ahora que lo conozco quiero meterlo todo en mi boca, y empezarlo a lamer, chuparlo…” no se que me paso, mi pene empezó a reaccionar a su descripción de como lo chuparía, no tenia mayor control de mi cuerpo, de mi pene que se estaba parando, el al ver que reaccionaba volvió a poner su mano en el y a acariciarlo, quería decirle que no pero sus caricias me gustaban, siguió acariciándome hasta que mi verga ya estaba gorda y parada a todo lo que daba, sentía como pasaba con su mano la baba que salia de mi pene, mientras con la otra me acariciaba los testículos, yo cerré los ojos y disfrutaba.

Me bajo los pantalones a los tobillos, seguía acariciándome los testículos y la verga como creo nadie me lo había hecho antes y decía piropos a mi verga, parecía hipnotizado con ella. Tuvo la decencia de avisarme: “ahora lo meteré en mi boca” y me voltio a ver si yo me negaba o le decía algo, tenia miedo de mi reacción, pero yo no dije nada, pero en mi mente pensaba “que esperas para mamarmela”.

Empezó a lamerla desde la punta, fue directo a la babita que le salia y ahi empezó a lamer toda la cabeza y después el tronco y mis huevos, después la metió en su boca y la succionaba y jugaba con su lengua, primero despacio y después mas rápido, después la sacaba de su boca y seguía recorriendola despacio con su lengua, hasta los testículos y para mi sorpresa empezó a lamer mi ano, nunca me lo habían hecho y debo reconocer que me gusto. Mientras su lengua se entretenía en mi ano su mano subía y bajaba por mi verga, después su boca regreso a ella y la metió, cada vez la metía mas adentro hasta que empezó a hacer ruidos con su garganta, eso me espanto un poco, no quería que me vomitara encima, pero parecía que lo tenia todo controlado, sentía la cabeza de mi pene en lo mas profundo de su garganta, después descansaba un poco sacándola un poco para después regresar hasta el fondo. Sus manos acariciaban mis testículos y mi ano por fuera.

En efecto estaba recibiendo la mejor mamada de mi vida, no se cuanto tiempo paso, pero yo disfrutaba al máximo, solté gemidos que creo que nunca había sacado, sabia cuando dejar de estimular para que el placer durara mas tiempo, hasta que ya no pude mas y tuve un delicioso orgasmo en su boca, y como lo había prometido bebió toda mi leche sin dejar una sola gota, después de terminar de beber limpio mi verga con su lengua y finalizo con algunos besos tiernos en ella.

El ya estaba erecto también, lo pude ver, el me pregunto “que mas quieres hacer?” yo de ninguna manera quería ni chupársela, ni que me la metiera y aunque por mi mente cruzo penetrarlo, le dije “NO, con esto tengo por hoy”, “anda vete a dormir”.

El se fue un poco decepcionado, solo tuvo bien a decir, “bueno, estaré en mi cuarto masturbándome pensando en ti”

Yo me quede en el sofá, con mis pantalones y boxer en los tobillos, viendo al techo pensativo, pensando lo que había pasado, y otras muchas cosas que por primera vez pasaban por mi mente…

Esta historia continuara…

relato exclusivo

Por rocio

Un comentario sobre «Un gay muy insistente»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *