Esta historia parece increíble pero es 100% real, esto sucedió en un McDOnalds de Kentucky Estados Unidos.
Un bromista hizo una llamada telefónica a la sucursal haciéndose pasar por un oficial de policía y pedir al gerente del restaurante a que ordene a una empleada a desnudarse.
Se cree que este bromista de nombre David R. Stewart ha hecho una docena de llamadas y la mayoría logro su cometido. Muchas de estas bromas había pasado desapercibidas hasta que sucedió esta en que las cosas fueron demasiado lejos.
Donna Summers la gerente contesto la llamada y se le dijo que la empleada Louise Ogburn había robado un bolso de un cliente, por lo que le pidió que la llamara a la oficina, vaciara sus bolsillos y después le pidió que le dijera que se quitara la ropa.
El proceso estaba tomando demasiado tiempo y Summers necesitaba seguir trabajando por lo que llamo a otros empleados a que se hicieran caso, pero ninguno acepto (ellos si eran inteligentes), por lo que llamo a su prometido para que siguiera con el interrogatorio.
Me imagino la sorpresa del bromista de que la broma siguiera y siguiera, después todo salio rápidamente de control, le pidió que ya estando desnuda saltara, sentarse en poses sexuales, revisara sus orificios. Después le pidió que la nalgueara, besara y tener sexo oral con el.
Después de un largo juicio, a Ogburn le dieron 6 millones de dolares por daños. Stewart quedo libre de todos los cargos debido a falta de pruebas. Al prometido le dieron 5 años de cárcel.
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