Ordenes de la directora

Hola, me llamo Alejandro y les contare algo que me pasó y que cambió mi vida, soy un chico delgado que acabo de entrar a la preparatoria, soy una persona introvertida pero por muy mala suerte siempre termino metido en problemas con los maestros, muchas veces porque solo soy distraído y algunas otras porque tengo un problema con la masturbación.

Me gusta mucho masturbarme y a veces no me doy cuenta donde lo hago, por lo que me han cachado tanto en mi casa (mi madre soltera), en la escuela o inclusive en baños públicos o transporte público, lo hago sin pensar realmente, simplemente mi mano empieza a acariciar.

Esta vez tras una clase con la profesora Rosy tuve una tremenda erección, y si me veían asi una vez más iba a estar en muchos problemas por lo que entre clases me fui al baño a masturbarme, cual fue mi mala suerte que fui descubierto por el maestro de educación física que también es el coach del equipo de básquet, y me llevó a la dirección.

Otra vez Alejandro? La directora estaba de malas, el coach le dijo lo que hice, “voy a hablarle a tu madre y decirle lo que estabas haciendo” me dijo, yo inmediatamente le pedí que por favor no lo hiciera, prácticamente le rogué y logre convencerla de detenerse; “que vamos a hacer contigo? No puede ser que estés tan excitado siempre” me dijo ya mas tranquila. “Tenemos que tomar medidas extremas, vete a tu salón mientras yo investigo cómo te podemos ayudar, porque esto es ya enfermedad”.

Al día siguiente en el descanso me mandaron llamar, estaba ahi de nuevo el coach con la directora,
“hable con un terapeuta y le he platicado tu caso, y me ha dado varias opciones para tranquilizar tu libido y aunque parezcan algo drásticas creemos que es lo mejor, o bien comentarlo con tu madre a ver ella que solución le pone a este problema”
No maestra, a mi madre no, lo que usted diga eso haré.

En eso abrió su cajón de su escritorio y sacó una bolsa, que contenía un objeto que nunca había visto, “mira esto es una jaula de castidad, con ella no podrás tener erecciones”, yo estaba algo espantado por como se oía eso, “como no podemos confiar en ti, tiene un pequeño candado del cual el coach y yo tendremos una llave”, le dio la bolsa al coach y le pidió que me acompañara a ponérmela. Asi que me fui con el coach a su oficina que está al lado de la bodega donde se guardan los balones, las redes y todo lo que usamos para la clase de deportes, por lo general está muy solo por ahí, me explicó masomenos como se ponía y me lo dio, yo me di la espalda, me baje los pantalones y me lo puse, me subí el pantalón avisándole que estaba puesto, “pero no te pongas los pantalones que falta el candado, así que con mucha pena tuve que descubrirme y dejar que me viera, el puso el pequeño candado y dio un jalón a la jaula para ver que no se saliera.

Sin duda era algo incomodo, pero dentro de mi sabia que era lo mejor, no podía seguir teniendo tantas erecciones en lugares públicos.

Regresamos con la directora, “listo maestra” le dijo el coach, cual fue mi sorpresa que ella pidió verlo!, “a ver, déjame ver”, yo me quedé inmóvil, “anda que tienes que regresar a clases”, yo me le acerque y me abri el pantalón para ella, lo vio, una pequeña sonrisa se esbozó en su cara pero intento disimularla, “muy bien, vamos a ver como funciona, el terapeuta me dijo que hay otras opciones pero empecemos con esta”.

Las clases acabaron por lo que fui a buscar al coach, “ya me voy coach” le dije, el algo sorprendido me dijo “ok hasta mañana”, yo me quede ahí, “este… no me va a quitar esto?”, el se acerco y me dijo “no, el terapeuta nos dijo que tenías que traerlo siempre hasta que mejoraras, si te lo quito ahora lo primero que harás es irte a masturbar”. Yo no tuve opción que aceptar.

Continuara….

Por rocio

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