Me habia pasado todo el año trabajando en mi primer empleo, poniendo
en práctica todo eso
que, se supone, me habian enseñado en la facultad, pero que
en realidad cada uno tenemos que
aprender por nuestra cuenta. Estaba satisfecha por lo que habia logrado
y decidi que merecia
algo más que un descanso; unas vacaciones que nunca pudiera
olvidar.
Tuve mucha suerte al encontrar una oferta que me permitió viajar
a uno de los lugares con los
que siempre habia soñado, El CARIBE.
El vuelo desde España fue largo pero mereció la pena por
todo lo que occurrió alli…
El gran hotel en el que me alojé era precioso, y mi curiosidad
por descubrir cada uno de sus
tincones hizo desaparecer mi cansancio, no obstante subi a mi habitación
para deshacer el
equipaje y refrescarme un poco.
Coloqué cada cosa en su sitio y me dirigi al baño, abri
el grifo y dejé que se fuera llenando la
bañera, mientras, al recogerme el pelo observe el gran espejo
que había en la pared y, una extraña
fuerza se apoderó de mi, era como si no pudiera retirar la vista
de mi reflejo.
Mientras me desnudadba lentamente, iba excitándome cada vez más,
no sé si fue la situación o el
lugar… pero me veia y me sentia especial.
Me quité los cortisimos pantalones que ceñian mis nalgas
recorriendo con mis manos mis
piernas… la excitación era cada vez mayor, descubri en mi
reflejo cómo mis pezones se habían
despertado y se marcaban como nunca, como si quisieran salirse de mi
sujetador.
Sin separar mi mano de mi cuerpo la subi lentamente hacia mi pecho e
introduje timidamente dos
dedos por el encaje de mi ropa interior, senti que un escalofrio de
placer recorria todo mi cuerpo
y, al quitarme la tanga pude comprobar cómo había reaccionado
mi cuerpo, estaba muy mojada
y mi mano era atraida por mi sexo como si fuera un imán…
No sé cómo pero me di cuenta de que la bañera ya
se había llenado y una idea asaltó mi mente,
no lo dudé y entré en la tibia agua jabobosa del baño,
mezclada con ella mi piel se sentía más
suave aún y mis manos resbalaban sobre mis pechos, pellizcando
de vez en cuando mis pezones.
Iba sintiendo un calor cadas vez mayor entre mis piernas, que comenzaban
a separarse solas,
invitando de manera muy tentadora a mis dedos. Los dirigí hacía
allí, notando cómo su jugo se
mezclaba con el agua, lo recorri con mis dedo corazón separando
nis labios desde abajo hacía
arriba, me detuve unos instantes acariciando mi clitoris, suave pero
rapídamente, en aquel
momento ya no podía contener mis jadeos, cosa que tampoco queria
hacer, pues me ponia
mucho más mas excitada escucharme a mi misma.
Al mismo tiempo, me acariciaba las tetas con una mano, llevándola
de una a otra sin saber en
cuál mantenerla, el cuerpo me pedía algo más,
yo pensé que así me saciaría, pero lo que en
realidad sentía eran unas ganas tremendas de sentir algo dentro
de mi, asi que llevé mi mano
hasta ese volcán que ardia entre mis piernas e introduje algunos
dedos.. era suficiente…, mi vista
se detuvo entonces en el envase de la espuma para el pelo (largo, cilindrico
y de un grosor
apropiado para las exigencias de mi cuerpo en aquel momento), alargué
mi mano hacía él, y sin
dejar de acariciarme me lo meti suavemente y comencé a moverlo
cada vez más rápido al mismo
tiempo que mi dedo frotaba su cima incesantemente… mis jadeos eran
cada vez más fuertes y no
podia evitar que mi cuerpo se extremeciera de placer, un placer que
me hacía adoptar posturas
inimaginables, podriamos decir en pocas palabras que me retorcia de
gusto en la bañera…
Seguro que, cuando llegué al orgasmo, los de la habitación
contigua me escucharon, porque no
pude contener un grito de satisfacción mientras luchaba contra
mis piernas que, por reflejos, se
cerraban..
Os aseguro que fue, hasta entonces, el baño más relajante
de mi vida y, sin lugar a dudar, un gran
comienzo para unas excitantes vacaciones de las que os seguiré
hablando en otro momento.