Mi hermana había vuelto fascinada de su viaje de egresados, Juan estaba todo el tiempo con ella y algunas noches después de cenar se iban a la pieza de mi hermana, donde Juan seguramente le pegaba sus buenas cogidas. Yo la espiaba a mi mamá que iba a su habitación a masturbarse. Todas las noches salía yo con alguna excusa de casa, para poder espiar, pero Juan sólo se dedicaba a mi hermana y parecía ignorar a mi madre, que estaba cada vez de peor humor, con mi padre tampoco tenía relaciones últimamente, por lo que parecía, se los oía discutir todos los días cuando mi padre llegaba del trabajo y antes de acostarse.
En la semana siguiente una noche que mi hermana llegó tarde del club donde jugaba jockey, pidió que por favor la esperáramos un ratito que se bañaba y comíamos. Yo me excusé y les dije que esa noche me encontraba más temprano con los chicos y Juan le dijo a mi madre que se iba a ver la tele al sillón del living mientras ella terminaba la comida. Me escondí en el jardín y ni bien yo salí mi madre ya estaba en el sillón del living sentada en los muslos de Juan. -No me das bola hijo de puta, ¿no te caliento, más? Este corría la cabeza como para poder seguir viendo el televisor. -Contéstame hijo de puta. Juan la miró a los ojos y en un gesto que me sonó estudiado le dijo a mi madre que el amaba a mi hermana y que no quería tener problemas con ella, además le dijo no me gustaría engañarla.
Mi madre se puso de pie a los gritos pelados, diciéndole que no pensó lo mismo cuando se la cogió y la enfiestó con el padre. Juan la miró serio y le indicó bajar el tono, mi madre lo hizo de inmediato, era obvia la influencia que Juan tenía sobre ella. La miró de nuevo y le dijo, -Mira, vamos a hacer una cosa. Después de comer yo me voy con Sol a tu pieza a ver un rato la tele, ahí la voy a empezar a franelear y con lo caliente que es la pendeja me la voy a empezar a coger ahí nomás, vos entras después de unos diez minutos y te sumas a la fiesta, sino olvídate que te vuelva a tocar, dijo esto poniéndose de pie y agarrándola a mi madre por el culo bien fuerte y apretándoselo, la empujó de rodillas y bajando su jogging (nunca usaba ropa interior), le dio su pija para que la chupe un rato. Luego la ayudo a levantarse y le dijo que terminara con la cena.
No veía lo que pasaba en la cocina por lo que entré por la ventana del living lo más cerca que pude de la cocina para por lo menos poder escuchar lo que decían, Juan le dijo a mi mamá si podía ver la tele un rato con Sol en la pieza de ella así podían estar acostados, más cómodos. La respuesta de mi madre tardó, pero finalmente dijo, bueno pero sólo un ratito porque después me quiero acostar yo.
Salí corriendo sin hacer ruido a ubicarme junto a la ventana de la pieza, entró mi hermana delante y Juan detrás de ella cerrando la puerta, mi hermana prendió la tele y Juan ya se había ubicado detrás de ella rodeándola con los brazos masajeándole las tetas y apoyándole su pija en el culo, mi hermana dijo en un susurro, -No Juan, que estamos en la pieza de mis padres, este por toda respuesta le sacó la remera al tiempo que le mordió el cuello y le masajeaba más duro los pezones. Mi hermana quedó sólo con una tanguita puesta no la había visto ir a la cocina, pero aprovechando mi ausencia había ido solo en remerita y tanga a comer. Mi madre no le había indicado nada de su vestimenta cosa que era bastante rara.
Juan la agarró y la empujó hacia la cama, mi hermana quedó boca arriba y Juan tomó su tanguita con las dos manos empezando a bajársela, mi hermana cooperaba moviendo sus caderas a la vez, que le decía: -Juan, para que puede venir mamá. Por favor, Juan. Este ya estaba chupándole la concha y sacándole unos profundos gemidos, nunca lo había visto a Juan cogérsela. Juan fue subiendo, y bajando sólo un poco su jogging se la dejó ir bien adentro de la concha de mi hermana que largó un profundo ¡ahhhh!, -Que linda pija tenés Juan. -Y si llega a entrar mamá, preguntó mi hermana. -¿Qué pasa?, le devolvió Juan. -¿Qué le vamos a decir?, -Nada. Quizás la invitamos, qué te parece, y la empezó a coger bien duro, -Ayyyy… Juan que degenerado sos, es mi mamá. -¿Y que? si le debe gustar tanto o más que a vos la pija, pendeja putita. -No me hables así que no me gusta. -Cállate trolita. Y la siguió bombeando duro. En eso la puerta se abrió, mi madre quedó parada en la puerta y emitió un suave, -Juan…, Sol… -Acércate, sácate la ropa y acércate, le dijo Juan por toda respuesta.
Mi hermana miraba por sobre el hombro de su novio que la estaba cogiendo y vio a mi madre empezando a desnudarse, dejó caer su cabeza como desmayada en la almohada y empezó a gemir cada vez más fuerte. Tuvo un orgasmo muy profundo, mi madre se ubicó en la cama. Le acarició la cara a mi hermana y se acostó boca arriba junto a ella, Juan se salió de mi hermana y se fue directo a la concha de mi madre. Se la metió sin preámbulos, mi madre empezó a gemir y a gritar que la cogiera bien duro, mi hermana descansaba un rato en la cama sin decir palabra.
Mi madre empezó a decirle.- Siiii, cogeme como a mi hija, guacho que necesito una pija como la tuya. Dale hijo de puta. -Date vuelta que te quiero romper el culo, le dijo saliéndose de ella y girándola, sabiendo que era algo a lo que mi madre nunca se podía resistir, mi hermana había empezado a pajearse con la situación, Juan la miró y le preguntó: -¿Te gusta lo que ves pendejita?, mira como le rompo el culo a tu mamita, es más puta que vos me parece. Se la metió de una en el culo junto con la exclamación de mi madre, que decía que era realmente delicioso.
Juan la bombeaba bien duro y agarrándola de los pelos la puso mirando hacia mi hermanita, le dijo a esta: -¿Que ves Sol? -A una puta gozando, contestó mi hermana, mi madre esbozó una sonrisa. -Si pero yo no voy a poder cogerme a dos putas como ustedes, así que muy pronto voy a invitar a un señor albañil amigo para que me venga a ayudar, mi madre sacudía el culo fingiendo querer empujarlo y rechazando la idea, y mi hermana le preguntó, -¿Juan vos me compartirías con otro? -Este es un señor muy especial al que quiero mucho.
Juan le indicó a mi hermana ponerse de rodillas en el borde de la cama con el cuerpo apoyado en ella, la agarró a mi mamá de los pelos, la hizo ponerse de pie, le cacheteó los glúteos un rato y la arrodilló detrás de mi hermana diciéndole,
-Chúpale bien el culo, se acomodó detrás de ella que quedó en cuatro chupándole el culo a mi hermana y se la dejó ir de nuevo en su culo, mi madre y mi hermana gemían las dos, Juan la estuvo cogiendo un rato más a mi madre y le indicó que se pusiera al costado de mi hermanita, se acomodó en el culo de esta y se lo dejó ir al fondo con suavidad, -Que delicia que sos pendejita, que bien lubricadita te dejó mami ¿por qué no le das un besito de agradecimiento? Mi hermana y mi madre se besaron tiernamente.
Juan giró y agarrando a mi madre de los pelos la arrastró hacia su culo y le dijo: -Límpiamelo bien con esa lengua de perra que tenés y chúpame las bolas también, mientras él cogía a mi hermana, mi mamá chupaba con ansias el culo y las bolas de él y cuando salía un poco del culo de mi hermana trataba de alcanzar con su lengua el miembro de él. Juan en un momento se la clavó bien a fondo y se quedó quieto sobre mi hermana, le ordenó a mi madre ubicarse sobre la cama y abriéndose de piernas, dejó su concha al alcance de mi hermana. Juan empezó a morderle los pechos, mientras mi hermana le chupaba la concha.
Empezó a bombearla a mi hermana de vuelta y dijo: -Las dos son unas hembras muy calientes y me gustan, a partir de mañana me voy a acostar un día con cada una, a la que le toque se va a venir conmigo a la pieza y la otra tiene el resto de la casa para estar tranquila, a no ser que yo decida otra cosa. ¿Está claro? -Si Juan, contestó mi hermana y mi madre solo si. Juan le dijo a mi madre que se pusiera al costado de mi hermana y estuvo cogiendo un rato a cada una alternando entre sus culos y sus conchas, finalmente se fue al culo de mi madre y le dijo: -Hoy te lo voy a llenar de leche a vos, vamos a tener una familia muy linda cuando me case con tu hija y la empezó a bombear, mi madre tenía los ojos cerrados y jadeaba constantemente, Juan la clavó bien a fondo y derramó toda su leche en el interior de mi madre.
Se quedó un rato apoyado sobre mi madre y al salirse la miró a Sol, -Me parece que ya va siendo tiempo que empieces a recibir otro trato y la tomó de los pelos y la llevó al culo de mi madre y le dijo pásale bien la lengua y toma toda la leche de tu macho que puedas.
Se fue hacia la cocina y volvió con una zanahoria, la corrió a mi hermana y se lo metió en el culo a mi madre, se sentó en la cama y agarrándola de los pelos la llevó a su pija que esta empezó a devorar, Juan estirándose agarró la zanahoria y empezó a cogerle el culo con ella, mi madre volvió a tener su orgasmo, cuando estaba por acabar Juan de nuevo la tomó de los pelos de la nuca y la apretó con su pelvis, la nariz de mamá quedaba apoyada en los pelos de su pubis y le dijo a mi hermana, -Algún día la tenés que mamar como tu mamá, que seguramente no va a desperdiciar ni una gota, mi hermana se había recostado en el piso y se estaba pajeando. La tuvo un largo rato a mi madre con su cabeza incrustada contra su pelvis y sin poder moverse, me imaginaba que sus primeras descargas deben haber ido directamente a su garganta, la tomó de los pelos y alejando su cara la miró y le dijo van a ser mis putas las dos voy a hacer lo que quiera con ustedes dos.
Mi madre no dijo nada y Juan acercando su boca a la de ella la besó profundamente. Juan dijo que se iba a bañar que al día siguiente tenía que trabajar, mi hermana y mi madre estuvieron un rato en la cama acariciándose, cuando Juan salió del baño, lo acompañaron las dos a la puerta del departamento, lo besaron las dos y poniéndolas de rodillas a ambas las hizo que le chuparan la pija un rato cada una vez más. -Vamos a ser muy felices, vamos a ser una familia dijo, se subió su jogging y salió de la casa en silencio.
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Autor: Sebirra