Hola, soy una mujer casada de 53 años, y me case muy joven con mi primer novio por lo que nunca he estado con otro hombre, hasta ahora.

Antes me describiré un poco, me gusta cuidarme, hacer ejercicio a medida de lo posible para mantenerme en forma, creo que para mi edad tengo buen cuerpo, quizás no el que tenia de mas joven que no es por presumir pero era muy bonito, tanto que mas de una oferta para serle infiel a mi marido he tenido.

Últimamente mi marido ya no tiene relaciones conmigo lo suficiente, siempre termino masturbándose a mitad del día mientras el trabaja.

Esto paso en el verano, contratamos a un par de pintores para que pintaran la casa que ya lo necesitaba en varias habitaciones.

No tengo problemas teniendo trabajadores en la casa, no me incomoda, hasta que tuve antojo de masturbarme, fue ahí que me molesto que no pudiera hacerlo. El calor y no poder hacerlo me estaba poniendo de malas, y aunque los trabajadores estaban en la sala y no en mi habitación, no me sentía cómoda de hacerlo, a parte de que suelo gritar un poco y podrían oírme. Pero las ganas no se me quitaban, así que me paseaba por donde ellos estaban, pensando si me escucharían, si sospecharían algo si me vieran encerrarme en mi recamara, etc. tras mucho pensarlo y pensarlo me fui poniendo mas y mas caliente, hasta que no pude aguantar mas y me encerré en mi recamara, me desnude y empece a masturbarme.

No se por que pero estaba mas caliente que de costumbre, estaba empapada casi desde el comienzo, a lo lejos oia a los pintores hablar y trabajar, no se si tener a dos hombres en la casa y yo desnuda a su merced me excito, pero lo que si se es que fue un orgasmo delicioso como hace muchos años no tenia. Me deje llevar tanto que no supe si grite o no, fue como perder la realidad por unos minutos. Cuando recupere las fuerzas y me empece a vestir me entro la pena, me habrían escuchado? me daba miedo salir por la vergüenza de que me hayan oído. Pero tenia que hacerlo, asi que me salí y me fui a la cocina a preparar la comida, aquí siempre ofrecemos de comer a los trabajadores, nada especial, simplemente lo mismo que nosotros comemos. Así que al terminar de hacer la comida, les dije que se vinieran a comer, se sentaron y comimos, platicamos de algunas cosas sin importancia, los notaba un poco nerviosos, no se si fue por que me oyeron o simplemente no solían comer con sus patrones muy seguido. Fue ahí que al tener a dos hombres jóvenes, con músculos marcados y la piel curtida por el sol tan cerca de mi, que volví a calentarme y a pensar en ellos penetrándome. Hacia muchos años que no pensaba algo así, realmente me espantaba lo que mi mente pensaba. Ese día termino, y los trabajadores se fueron, pero regresarían al día siguiente pues el trabajo aun le faltaba mucho por terminar.
Esa noche intente seducir a mi esposo pues yo seguía muy excitada, lamentablemente no tuve suerte.

Al día siguiente llegaron los pintores y siguieron trabajando, ahora no podía quitarles la vista de encima, me fijaba en sus cuerpos mientras ellos trabajaban.

Los pintores ahora estaban trabajando en mi recamara, yo aun no me duchaba y planeaba hacerlo, la regadera esta en nuestra recamara por lo que me puse nerviosa de desnudarme tan cerca de ellos, pero después de mucho pensarlo me quite la pena y entre a la recamara, abrí mi cajón de ropa interior para sacar mi ropa, y fue ahí cuando me entro la lujuria de nuevo, así que decidí dejarles mi cajón de ropa interior abierto, y me metí al baño, abrí la regadera y empece a bañarme, ahí empece a imaginarme si ellos estarían esculcando en mi ropa interior, si verían mi neglille y otras cosas sexys que tengo y que lamentablemente ya casi no uso. Estaba muy excitada, por lo que me acaricie un poco mientras me bañaba, pero me contuve, ellos tan cerca seguro escucharían mis gemidos.
Salí de la regadera, empece a secarme, me acorde que no había metido nada mas de ropa que mi ropa interior, por lo que no podía salir así del baño, al principio me espante, pero a la vez seguía excitada, me enrolle la toalla y salí para buscar mi ropa, los dos pintores me voltearon a ver cuando oyeron que la puerta se abría, yo estaba realmente apenada por que me vieran así, me dirigí al closet y ellos no me apartaban la mirada, “es que se me olvido meter la ropa” les dije ante su sorpresa de verme así, “no se preocupe” me dijo uno de ellos, al abrir el cajón de mis pantalones la toalla se cayo dejando que ellos vieran mi cuerpo desnudo, me agache levante la toalla y me fui corriendo al baño, pero lamentablemente sin mi ropa.
Estaba yo muy apenada, encerrada en el baño y sin ropa, espere como 5 minutos que se me hicieron eternos, así que por fin tome valor y abrí un poco la puerta y les dije que por favor me pasaran un pantalón, el que fuera! Uno de ellos se acerco a la puerta con uno y toco, yo le abrí, el no se porque en lugar de estirar la mano con el pantalón para dármelo, entro al baño, no me quitaba la vista de encima mientras se acercaba a mi, no se que me paso pero deje caer mi toalla, deje que me viera totalmente desnuda, el soltó el pantalón al suelo y siguió caminando hacia mi y empezó a besarme y yo a el. Nuestras lenguas jugaban mientras el manoseaba todo mi cuerpo, se empezó a quitar la ropa, se desabotono el pantalón y lo dejo caer a sus tobillos, después bajo su ropa interior, su verga pronto salto erecta, yo la tome con una mano y la empece a acariciar, era mucho mas grande que la de mi esposo, me hinque y empece a chuparla mientras el acariciaba mi cabello, mientras vi que en la puerta se empezaba a asomar el otro trabajador, no me importo que nos viera, yo seguía mamando esa deliciosa verga, cual fue mi sorpresa cuando el otro chico empezó a desnudarse enfrente mio, y a acariciar su verga que pronto también se paro, se empezó a acercar a mi y su pene a mi cara, así que empece a chuparle su verga también, y me las empece a intercalar, estaba muy excitada, creo que no recordaba haber estado así nunca.

Me pusieron en 4 patas y empezaron a penetrarme, primero uno, lo hacían sin contemplación, con fuerza, después se fueron turnando, yo feliz moviéndome a su rimo y gimiendo como nunca, el primero no aguanto mas y se vino en mi espalda, sentí todo su semen caliente escurrir por mi espalda, el segundo se recostó en el piso y me jalo hacia el, sabia perfectamente lo que quería, así que lo monte, el apretaba mis senos mientras me movía arriba y abajo sobre ese delicioso pene.

Yo estaba pronto a venirme, así que seguí moviéndome hasta que termine rendida sobre su pecho teniendo un delicioso y largo orgasmo, después el me recostó en el suelo y empezó a masturbarme sobre de mi hasta que eyaculo sobre mi pecho. Los tres estábamos recuperando nuestro aliento, el silencio estaba siendo incomodo asi que les dije “vístanse y sigan trabajando anden”, ellos se vistieron y regresaron a trabajar, y yo me volví a duchar.

A la hora de la comida, les dije sonriendo “hoy han hecho un gran trabajo” ellos dieron las gracias también sonriéndome, les dije también que eso tenia que ser nuestro secreto, ellos dijeron que no me preocupara, que nadie lo sabría.

Al final del día, les dije que los esperaba mañana.

Toda la noche estuve pensando en lo delicioso que me habían poseído, como yo me lo merecía, y seguí deseándolos.

Al día siguiente llegaron como si nada hubiera pasado, cosa que agradecí pues no quería que me dejaran el trabajo a medias, mi marido hubiera sospechado algo, los recibí en bata, aunque abajo no tenia nada.

Entraron a mi recamara para trabajar, y yo detrás de ellos les dije, “antes de que empiecen” y me quite la bata y me recosté en la cama, ellos no esperaron nada en desnudarse y unirse. Una vez mas chupe sus vergas, monte a los dos y me penetraron en varias posiciones, esto duro tres maravillosos días, inclusive los ponía a trabajar desnudos para mi, hasta que acabaron por desgracia su trabajo.

Aunque tengo su teléfono por si necesito de otro “trabajo” mas en la casa.

relato exclusivo

Por rocio

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