Estaba en mi cuarto intentando dormir, pero no podia, daba vueltas en la cama buscando una posicion que me permitiera descansar. La idea de que la aventura contigo, las fotos tan perfectas que me enviaste… no me dejaba conciliar el sueño, sentia que teniamos algo pendiente.

Imaginando tenerte cerca… entre el sueño y la realidad.. No aguante mas… eran mas de las 2 de la madrugada….

Con el corazón en la boca, imaginé verte en la puerta de mi recámara… te aproximabas e ingresabas lentamente al cuarto.. cerraste la puerta con cuidado, te disponías a ir a la cama …
Ahora si… con lentitud te sentí acurrucarte en mi cama, una oportuna luna llena iluminaba la noche, y alumbraba el cuarto, yo dormia, cubierta apenas por una cobija debido al calor. Además, como era costumbre, solo llevaba puesto un camisonsito y debajo nada.

Sin despertarme de un sueño tan profundo te acurrucaste detrás mio… descubriste mis muslos y pompis… Yo seguía dormida, vaya que tenia el sueño pesado.
Dirigiste aquello que me encanta de ti.. tu lindo pn a la entrada de mi vagina y comenzaste a penetrar lentamente.

Entre mi sueño que ansiaba fuera realidad…

– Tenemos un asunto pendiente… me susurraste y me metiste gran parte de tu pn.

Me contraje por la sorpresa… y ahogue un grito de placer. Sin darme tiempo a reaccionar empezaste a entrar y salir suavemente. Mientras tanto yo, aun adormecida pero mas consciente de la situación, levantaba un poco la pierna para permitir una mejor penetración. Luego pasé una de mis manos por detras, buscando tu pn, una vez que lo tuve entre mi mano, lo apunte hacia mi anis… como queriendo satisfacerte y hacer realidad tu fantasía.

Accediste de inmediato…ubicaste tu pn en mi pequeño y comelón anis. Ajustaste lo mas que pudiste, hasta que entro la cabecita, y no pudiendo contenerme por la emoción del momento ,me la enterraste de un empujón casi toda.

Yo practicamente salté de mi posición. Los dos contuvimos un grito de dolor: por mi ano tan bruscamente invadido. Era la primera vez que me penetrabas asi, sin dilatar previamente mi arrugado anillo…

Cuando nos calmamos y nuestra respiracion volvio a la normalidad, nuevamente comenzaste a bombearla lentamente, de adentro hacia afuera, me estremecia aun del dolor y el placer que me provocaba tu pn en mi aun somnoliento cuerpo…

Mis primeros gemidos se ahogaron, mientras yo misma me dedicaba a masajear mis hinchados pechos, estrujandome mis endurecidos pezones, provocandome mas placer. Guie tus manos a mis senos, incentivandome a que los acariciaras…

– Dame masss… masss fuerteee… por favorrr… te susurraba.

Aceleraste las penetraciones, mis senos saltaban entre tus manos, me mordia los labios para no gritar…

– Ohhhh… siii… asiiii… te decia en voz baja.

La cama crujia, pero no nos importaba, yo desfallecia de placer, tuviste que ayudarme a levantar mi pierna. mientras seguia pidiendo…

Llegaba al climax y tu conmigo… hasta que no pude mas y me llenaste las entrañas con tu semen caliente…

– Ohhh… ahhhh… siii… que ricooo… ahhh… uffff….. decía yo…

Me besas el cuello, busqué tus labios desde mi posicion, nos besamos. Con tu pn semi erecto a punto de salir de mi quisiste jalarme hacia ti para besarme mas comodamente, pero yo me opuse:

– No aun no… te dije aun excitada.
– Quiero que me lo hagas otra vez…
– Hazmelo otra vez…
– Dentro de un rato, aun estoy agitado, y tu tambien… al menos recupera el aliento… me dijiste.

– No ahoraaa… por favorrr… y comence a menear mi trasero suavemente por tu ingle, incitando tus genitales, despertando nuevamente tu instinto sexual, tu pn fue creciendo nuevamente dentro mio.

– Epaaa… exclamaste, al darte cuenta que mis movimientos surtian efecto.

– Ya vez, que si puedes… te dijo con cierto tono de sarcasmo.

Tu te lo buscaste, pense y nuevamente arremetiste contra mi ano…

Rapidamente llego mi segundo orgasmo, mientras tu seguia entrando y saliendo de mi trasero…

– Hummm… nooo… esperaaa… que no aguantooo… ohhhh

No prestaste atencion a mis debiles y ahogados gemidos, no podia detenerme, seguias clavandolo con fuerza…

– Ahhh… hummm… ayyy… mi anitooo… ouuuu…. me quejaba.
– Ohhh… siii… sigueee… pero no tan fuerteee… ahhhh…

Mis «niñas» bailaban, la cama retumbaba, mis exclamaciones eran mas fuertes…

Una nueva explosion invadio mi pequeña cueva… los dos bañados en sudor nos rendimos exhaustos en la cama… no supe mas… hasta que…

Oh realidad… era un sueño…
como quisiera se hiciera realidad..

relato exclusivo

Por rocio

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