Hola buscando por internet encontré esta página y quise contar como fue que perdí mi virginidad con un hombre que por mucho podría ser mi padre.

Me llamo Sandra y soy una jovencita o una niña como lo quieran ver apenas voy a cumplir los 14 años, siempre he sido muy despierta en casi todo, se me facilita entender casi cualquier tema o platicar con gente adulta con mucha soltura, me dicen que para mi edad mis pensamientos son muy maduros, aunque gusto aun de salir a jugar y divertirme con mis amigos de la misma edad o un poco menores de manera muy normal.
Soy bajita aún 1.50, delgadita pero con mis formas ya bien definidas y aun siguen madurando, muy bien por cierto, tengo cintura muy pequeña pero mi cadera sobresale y mis nalguitas paraditas y redonditas me hacen ver muy bien, unos pechos que aun siguen creciendo pero ya son redonditos y de bonita forma con mis pezones apuntando hacia arriba, mi cabello lacio a media espalda, soy morena clara y me considero bonita.
Pasó que frente a mi casa llego una familia nueva a vivir, con tres hijos el mayor muy guapo de 18 años pero demasiado serio y otra hermana de 17 a quien le hablo poco pero conversamos de vez en cuando y otro hermano más pequeño, la esposa ni parque mencionarla. No sé porque razón el papa (Mario) me llamo fuertemente la atención cuando lo vi, un hombre de 40 años del quien cualquiera me diría sobre todo las chicas de mi edad que de guapo no tiene nada, pero tiene un no sé qué, que me hizo vibrar, tal vez su personalidad recia, un poco alto, fuerte, no panzón, una mirada penetrante, de profesión ingeniero por lo que es muy hábil relacionado con cualquier trabajo de construcción o mantenimiento, y por lo que rápidamente se ganó empezando por mi madre y abuela (solteras) la admiración de todas la mujeres de la cuadra quienes de las pocas que tienen marido son unos panzones inútiles.

Seguido mi abuela le pedía que le ayudara con algo, una gotera, algo eléctrico o alguna recomendación y él como siempre muy atento, yo me desvivía por atenderlo inmediatamente le ofrecía un vaso de agua o de refresco, pero la verdad él a mi ni me fumaba, lo único que me había dicho una vez es que si tenía novio y le respondí que –no- a lo que él me dijo – como una muchachita tan bonita como tú no tiene novio, ¿ acaso están ciegos o conoces puros gay? Uff yo me puse de mil colores y solo atine a sonreír me sentí súper alagada, por lo menos le parecía bonita pensé.

Un día hubo un problema con el hidro de la casa y no salía agua, por lo que de inmediato mi abuela solicito su ayuda y claro yo feliz de que así lo hiciera, pero él se demoró en venir y cuando llego mi madre ya se había ido al trabajo y mi abuela también iba a salir aunque yo me quedaría en casa. El dijo a mi abuela

-No se preocupe si quiero vengo más tarde cuando usted ya esté de regreso
A lo que intervine de inmediato
-pero no sale nada de agua abue, que lo vea de una vez al cabo yo voy a estar aquí
-cómo ve usted Don Mario no hay ningún problema? Y en la tarde ya vemos como quedamos
-no ninguno, no se preocupe

Me recorrió una emoción que me fue muy difícil disimular, pero que alegría estaría yo solita con ese hombre en mi casa. Traía puesto una blusa ombliguera pero con otra de tirantes abajo y chosrsito de mezclilla cortito, pero también con una licra debajo.

El entró a la casa mi abuela se fue después de explicarle por fin, yo corrí a mi cuarto y me desvestí y volví a vestirme otra vez con la misma ropa pero sin la blusa de tirantes ni la licra, por lo que me veía muy sexy, corrí al refri y tome refresco y lo serví en dos vasos y fui al patio a su encuentro decidida a que me viera de otra manera y haber que pasaba.
-Sr. Mario le traje un vaso con refresco ya ve que hace calor-
-Gracias mi’ja pero ya termine era algo muy sencillo- dijo sin voltear a verme y yo me sentí totalmente desanimada
– Pero con gusto te acepto el refresco- volteo y de inmediato noto mi cambio ya que me recorrió su mirada de pies a cabeza, tomo el refresco y rozo mi mano y a la vez me dijo
– Wuoo que bonita te vez- Uff me sentí muy animada si se fija en mi o al menos eso quería sentir
– Gracias- le dije
– Usted también es un hombre muy atractivo- le dije de manera coqueta
El sonrió burlescamente y me dice
– Hazme el favor, además no deberías de decirle eso a un hombre ya viejo como yo, podría tomarlo a mal o podría violarte
– Usted no es un viejo y si se tratara de usted no seria violación, porque yo estaría más que dispuesta
Me miro de manera fría que me bajo la calentura de inmediato y se dirigió a la puerta para entrar nuevamente a la casa, sentí un miedo terrible, le va a decir a la abuela o mi madre, pensé
-Entra, te va escuchar la vecina- ese era un detalle que no había previsto, mi vecina la clásica señora que le sabe la vida a toda la cuadra, y si, era muy probable que nos escuchara ya que los patios están pegados.
-porque dices que estarías dispuesta conmigo- me dijo ya adentro y sentándose en el sillón
-Usted me gusta mucho Sr. Mario, desde que lo vi, ya sé que no es normal, pero así es
-seguramente vez en mi una figura paternal, solo eso, deja que tengas novio y veras que se te pasa
No lo podía creer, me estaba rechazando, tal vez solo estaba siendo prudente o no sé, así que dije tengo que hacer algo, no puedo dejar ir esta oportunidad, entonces me arrime y me puse de pie entre sus piernas
-Sr. Mario estoy segura de lo que siento, y sé que es una locura, pero quiero que sea usted quien me haga mujer
-A caray, estás segura de lo que dices, eres pequeña aun para pensar en sexo, además eso lo deberías de experimentar con algún chico de tu edad no crees
-No me hable como un papá yo lo veo como hombre y quiero que sea un hombre como usted que me tome por primera vez y no un mocoso inmaduro que además de no enseñarme nada se va a jactar de que él fue el primero.

Solo me miro y coloco una mano sobre mi cintura, sentí un temblor que no pude disimular, me arrimo hacia él y beso suavemente mis labios. Ufff sentí un choque de electricidad recorrer todo mi cuerpo, me aferre a sus fuertes brazos y sentí sus manos recorrer mi espalda por debajo de mi blusa, que momento tan maravilloso.
-Estás segura de que quieres hacer esto?- me dijo
-Sr Mario he soñado con este momento desde el día que lo vi, le juro que pase lo que pase no diré nada, será el secreto mejor guardado, créame que no lo quiero perjudicar, solo quiero que un hombre de verdad me haga mujer, un hombre que me vuelve loca con solo verlo, ese hombre es usted Sr. Mario.
Me arrime a sus labios y nos fundimos en un delicioso beso, el abrió mis labios con los suyos y busco mi lengua, subió mis piernas sobre las suyas quedando montada encima de él. El corría sus manos sobre mi espalda y bajaba para darme un ligero apretón en mis nalgas. Ufff que ricura sentir el calor y el cuerpo de ese hombre, al fin sabía que era estar con él y me encantaba aunque solo era el inicio.
Me cargo tomándome de las nalgas y yo aferrada a su cuello y hombro, el recorría detrás de mi oreja hasta la parte baja de mi barbilla para buscar nuevamente mis labios y jugar con mi lengua, así me llevo a mi cuarto y se sentó sobre mi cama, quedando montada nuevamente sobre él, me quito la blusa y quede en puro sostén de la parte de arriba, yo rápidamente saque su playera dejando al descubierto ese pecho y abdomen un poco marcados por el trabajo o ejercicio que importa eso estaba acariciando la piel de un hombre fuerte, varonil, un hombre de verdad, el hombre que a mí me volvía loca.
Volvió a tomarme de la espalda y giro para recostarme en la cama, besaba mi cuello y fue recorriendo sus labios hasta llegar a mis pechos pequeños pero redonditos ya, sentía que me iban a explotar, solo los mordió suavemente por encima de mi bra y siguió su camino hacia mi ombligo donde se detuvo un momento. Con una mano rodeaba mi cintura y con la otra no dejaba de acariciarme las piernas.
Desabrocho mi schorcito y me lo saco junto con mis tenis y quede ahí solo en ropa interior, solo lo miraba y no deja de admirarlo, mi frágil cuerpo tumbado en la cama y frente a mí un hombre maduro fuerte a punto de poseerme.
-Que hermosa estas Sandrita– me dijo

Volvió encima de mi giro y quede yo sobre él, ahí me desabrocho mi bra y lo saco, acariciaba mi espalda desnuda y me besaba con pasión pero suave a la vez, volvió a girar y beso de mi cada rincón de mi cuerpo, cuando llego a mis pechos los tomo con suavidad, primero su lengua jugo un momento con mis pezones, luego chupaba casi todo mi seno, pero cuando solo tenía mi pezón no lo soltaba y jugaba con su lengua y me mordía un poco fuerte pero sin hacerme daño. Eso me encanto el estaba preocupado por hacerme disfrutar y vaya que lo estaba logrando, un temblor, escalofrío o choques de electricidad, no sé, recorrían mi cuerpo de pies a cabeza, ese hombre me estaba llevando al cielo de una manera inimaginable.
Siguió su camino hacia mi vientre y pasó por mi panochita, pero no se detuvo ahí, siguió y sus labios recorrieron mi pierna hasta los pies, besaba la planta mis pies y lejos de sentir cosquillas sentía una excitación tremenda.

Sentía mi vagina que escurría, me sentía totalmente mojada y me apenaba eso, no sabía la razón quería ir al baño pero no quería decirlo ni dejar de sentir todo ese placer, el recorrió mis piernas hasta llegar a mis panty y la saco suavemente dejándome totalmente desnuda. Mi panochita apenas con poco vello pero ya muy notorio quedo a su disposición, recorrió sus fuertes manos acariciando mi cuerpo por completo. Llego a mis labios vaginales y apenas lo tocó y sentí un chorro salir de mi, que vergüenza me está orinado, no lo podía creer, porque en ese momento, me quise levantar e ir al baño, pero él me detuvo con fuerza
-A dónde vas mi amor
-Déjame ir al baño que vergüenza me hice pipi
-Tranquila mi chiquita no pasa nada- volvió a poner su mano en mis labios vaginales mojándolos con mis líquidos y me los dio a oler
-Acaso huele a orines
-No, le contesté
-Mi amor es un orgasmo, te estás viniendo, cuando te pase esto disfrútalo, saca todo el juguito que puedas, es lo máximo que se siente al hacer el amor
-Pero es que….
-Sshhh, déjate llevar y disfrútalo, es el mejor regalo que le puedes dar a un hombre y me lo estás dando a mí, tu primer orgasmo mi amor.
Decidí hacerle caso, al fin y al cabo el era mi maestro en ese momento, yo que podía saber, además era cierto estaba sintiendo riquísimo, el volvió a besar mis pechos y recorrió mi vientre hasta llegar a mis labios vaginales
-Recuerda disfrútalo, que no te importe que yo esté entre tus piernas, dame todo ese juguito tan delicioso que tienes mi amor.
Toco mis labios vaginales con su lengua y empezó a jugar por encimita de ellos, pude sentir como su lengua abría mis labios y trataba de penetrar aun mas. No pude soportarlo mas, sentí que mi cuerpo se acalabraba por completo y solté nuevamente otro chorro de mis líquidos, quise quitarme pero él me sostuvo con fuerza y en ese momento me dije que sea lo que sea lo voy a gozar sin pena.
Era increíble sentir su lengua en la entrada de mi vagina, caliente inquieta, perdí la noción de todo, veía estrellitas por todos lados.
-Aaahhh Mario te amo
-Estas deliciosa Sandrita que jugosa estas me encantas, sigue así solo déjate llevar
-Si mi amor si, soy toda tuya- decía con la voz más que entre cortada
Después de estar un rato así, se separa y se quito los pantalones y su bóxer quedando totalmente desnudo, se puso frente a mí, yo al verlo casi se me salen los ojos y pegue un brinco hacia atrás
-Ven no tengas miedo mi amor
-No- le decía yo moviendo mi cabeza de lado a lado, eso esta enorme
Y si tenía un pene enorme (23 cm ahora lo sé) y aunque hasta ahora es el único pene que he visto y sentido puedo saber que ese no es un tamaño normal, ya había visto algunos videos pornos y si salían hombres así, pero yo siempre pensé que eso solo los actores porno. Me jaló hacia él y me beso y acaricio con suavidad
-No temas chiquita, voy a tener el mayor cuidado posible, no se trata de que lo sufras, sino de que lo disfrutes. Lo estas gozando hasta ahorita?
-Si mucho, pero es que tu pene esta enorme
-Mi verga, así quiero que le digas, es más caliente – dilo
-Tu verga está muy grande
-No te preocupes, tendré cuidado, te dolerá un poco al principio, pero veras que después lo vas a disfrutar mucho.
Me volvió a besar y después
-Tómalo en tus manos-
Lo tome con miedo y el volteo mi mano con la palma hacia abajo y me dijo
-Agárralo fuerte, acarícialo de arriba abajo

Estaba durísimo mis manos no lo abarcaban, estaba al grueso de mi antebrazo y una punta cabezona muy grande más que su tronco aun, muy mojada, podía sentir como palpitaba
-Bésala, despacio, disfrútala
Lo hice y fue el diciéndome como, de primero ni siquiera podía abrir la boca para introducirlo, su sabor salado al principio me dio asco, pero pronto le agarre gusto, yo estaba decidida que él disfrutara de mí al máximo también.
-Uff así, que rápido aprendes mi amor sigue así Sandrita
Lo lambia de principio a fin, llegaba a su cabeza y la introducía lo mas que podía en mi boca (que no podía más de la mitad) pero le gustaba mucho que apretara mis labios y jugara con mi lengua en su cabezota, cuando lo hacia lo veía pícaramente, que maravilloso era ver como yo lo hacía disfrutar
-Eres una putita muy hermosa y deliciosa
-Tienes una vergota enorme y deliciosa mi amor
-Ahhh mámamela mas, métela todo lo que puedas
-Mmmm, así mi amor? Así?
– Sigue no pares

Por fin me aparto y me recostó en la cama nuevamente y me jalo hacia él, sentí más miedo que nervios, sabía que me iba a lastimar, pero no me importaba, estaba deseosa que mi vagina fuera estrenada por esa vergota, que rompiera la entrada a mi cuerpo que estaba calientísimo.

Primero jugo un momento con lo largo de su tronco sobre mis labios vaginales, sentía su palpitar junto con el mío, su verga llena de su liquido que tanto me había gustado y mi vagina no deja de expulsar mis líquidos, hasta que sentí la punta de su cabeza en mi entrada, un pequeño dolor me hiso recordar lo que venia

-Tranquila chiquita, solo te dolerá un poco, después no vas a querer que te saque mi verga
-Ahhh me duele Mario, me duele
-Aguanta poquito mi amor
-Mmmmm, no me duele mucho- me dejo descansar un minuto y volvió a intentarlo
-Te dolerá un poco, aguanta quietecita y veras que pronto se pasa
-Aaahhhh, me duele Mario, no, me duele mucho
-Aguanta poquito mi amor
-Ay ay Aaahhhh

Sentí como su cabezota rompió mi entrada y se introdujo en mi vagina, vi estrellitas por todas partes, pero estas fueron de dolor, quise zafarme de inmediato pero no pude porque él me detuvo, se quedo quieto un momento observando cómo me salían unas lagrimas de mis ojos, en ese momento me sentí una chiquilla a la que le acababan de pegar por portarse mal.

-Tranquila chiquita ya está pasando
-Perdóname- le dije sollozando
-Porque- se sonrió
-Por no ser lo suficiente mujer para ti
-No digas tonterías vamos muy bien, es normal que te gane un poco el dolor pero ya verás mi amor, ahorita vas a disfrutar como no te imaginas

Empezó a moverse lento como queriendo sacarla pero antes de saliera la volvió a introducir, primero lento no pasaba de ahí, después fui sintiendo como en cada empujón iba penetrando mas profundo, empezó a sentir un calor que me quemaba, su verga era un tizón hirviendo que se abría paso atreves de mi vagina, podía sentir como el grueso de su cabezota y su tronco me desgarraban por dentro hasta que pude sentir que topo dentro de mí. Era una mezcla de dolor y lujuria, placer o no sé qué, pero me estaba vuelta loca, afloje mis piernas y fui moviéndome al ritmo que el me marcaba y gemía como loca, esta vez veía estrellitas nuevamente pero ahora eran de placer.

-Ahhhh me duele pero me encanta
-Disfrútalo mi amor, es toda tuya
-Ahhhh, te amo Mario, te amo
-Mmmm que deliciosa estas Sandra, serás mía por mucho tiempo, entendiste
-Seré tuya para siempre mi amor- no de jaba de jadear y gemir, casi ni podía hablar

No me imagino mi cara de idiota con ojos a medio morir, cada embestida que me daba me hacía sentir un placer inmenso que la verdad no sé como describir, lo hacia un poco fuerte pero sin intentar penetrarme más para no lastimarme, ya que aunque me sentía totalmente llena de su verga la realidad es que solo me había penetrado con la mitad o un poco más, pero no era toda. Realmente estaba preocupado por hacerme disfrutar al máximo y eso me encantó.
De pronto sentí como si su verga se ensanchara aun mas y una vibración o algo así, era como si me quemara de lo caliente que estaba, sentí algo hirviendo que inundo mi vagina, se estaba viniendo dentro de mí, que acción tan deliciosamente irresponsable, prácticamente me desmaye no podía con tanto placer.
-Aaahhh, ay ay – no podía ni siquiera pronunciar palabra
– Mi chiquita, ya eres toda una mujercita hermosa y serás solo mía por mucho tiempo
-Aaaahhhh , si si por siempre mi amor aaaahhhh te amo

Ahí estaba yo toda acalambrada, extasiada, casi al punto del desmayo, aun que sentía su verga dura todavía poco a poco bajo el ritmo hasta que por fin la saco, me beso mi panochita violentada y después de un juego de besos y caricias se recostó a mi lado y me acomodo a su pecho.
Vimos el reloj ya habían pasado más de dos horas era un milagro que mi abuela no hubiera llegado aun, no quiero ni imaginar lo que pasaría si nos encontraba, el se levanto y se vistió, me dio dinero para comprar una pastilla y no embarazarme y me dijo que limpiara mis sabanas.
Fue ahí donde me di cuenta que estaban empapadas por mis líquidos y manchadas de sangre, prueba de que mi virginidad fue entregada a ese hombre, mi hombre.
Eso paso hace 8 meses, ya voy a cumplir en este mes mis 14 años y ya van 10 veces que me entrego a é. Nos las ingeniamos para seguir viéndonos, me protege y me cuida mucho, se preocupa por hacerme disfrutar cada minuto que estamos juntos. El es mi hombre.

Me emocioné escribiendo espero hayan tenido la paciencia de leerlo, luego les contare como fue que le entregué la virginidad de mi chiquito. Pongan sus comentarios. bye

Por rocio

3 comentario sobre «Mi primera vez»
  1. que barbaro,estas muy chica para ese señor,quizas si estes desarrollada como dices..pero siempre…ten cuidado.

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